La pasada campaña, el centrocampista catalán Rubén Alcaraz fue uno de los hombres más destacados de la división de plata. Fue el futbolista que más balones recuperó con suma diferencia y dejó muestra de su clase en el golpeo a balón parado, consiguiendo importantes tantos para el Almería.
De vuelta al Girona tras su cesión, el Real Valladolid aprovechó los buenos informes que manejaba Miguel Ángel Gómez y se lanzó a su contratación. Fue la única inversión seria que hicieron los pucelanos en el regreso a Primera y está siendo rentabilizada con creces.
Aunque le costó entrar en la dinámica del equipo, con el paso de las jornadas fue mejorando su juego al tiempo que el Valladolid alcanzaba su mejor momento.
Ya es el segundo que más balones recupera de la Liga, con 79 -Banega tiene 80- y también ha producido en ataque, con un gol decisivo ante el Huesca y varios golpeos peligrosos a balón parado.
La aportación del centrocampista en ambas áreas también se deja apreciar en el capítulo de las faltas recibidas, donde el catalán es segundo con 25, a tres de Borja García, del Girona, que ha visto cómo era frenado antirreglamentariamente 28 veces.
Ante semejantes guarismos, no es de extrañar que equipos como el Sevilla le tengan en mente como posible fichaje de futuro. Un futbolista que sí que costó dinero en Zorrilla, pero que podría rentabilizar su llegada a Pucela en cuestión de meses.