La final del 'play off' de ascenso a Primera División la volverán a jugar los que venían de atrás. Tercero y cuarto, Zaragoza y Almería, cayeron eliminados ante Elche y Girona en un golpe abrupto a dos proyectos diseñados con la presión de ascender sí o sí.
LaLiga SmartBank es una de las categorías más imprevisibles e inverosímiles del planeta futbolístico. Suena a tópico aquello del "cualquiera gana a cualquiera", pero los 'play off' son el mayor reflejo de que la clasificación no manda y que las dinámicas se definen en detalles mínimos.
El curso pasado, Málaga y Albacete quedaron apeados de la primera ronda de la liguilla de ascenso a Primera. Eran tercero y cuarto, pero quienes acabaron peleando en la final fueron Mallorca y Deportivo, y quien subió fue el conjunto bermellón, recién ascendido de Segunda B.
Pues esta temporada ha vuelto a suceder. Almería y Zaragoza cayeron eliminados ante Elche y Girona, respectivamente, en lo que ha sido un auténtico mazazo para dos proyectos llamados al ascenso. Uno por chequera, el otro por historia, por el "esta es la nuestra".
Los indálicos ya llegaron con dudas al 'play off', al que se asomaron con su quinto entrenador de la temporada. José Gomes debutó en el 1-0 de la ida y se resignó en el 1-2 de la vuelta ante la efectividad de Stuani, pero por mimbres, el Almería podía estar al nivel del Girona sin dudarlo.
Sucede que la volatilidad de Turki Al-Sheikh acabó desdibujando un equipo interesante que nunca se salió de los seis primeros puestos. Óscar Fernández no tuvo ni el margen de la duda. No le convenció el arranque de Pedro Emanuel, echó a Guti en el primer bache del Almería y Mario Silva se fue a la calle en un final que ya dejaba dudas.
Por su parte, el Real Zaragoza se quedó con un palmo de narices ante el Elche. Después del 0-0 de la ida, los ilicitanos se adelantaron con el gol del incombustible Nino y Javi Ros tiró un penalti 'a lo Panenka' que acabó dejando derrotado al equipo de Víctor Fernández.
Si continuidad necesita el Almería, que tiene cosas interesantes, aún más la necesita el conjunto maño. Este lunes hubo reunión entre Víctor y la directiva, que trata de frenarle en su decisión de abandonar el banquillo de La Romaerda.
Lo que viene por delante es un auténtica incógnita para el Zaragoza. Es su tercera promoción desperdiciada y encadenarán ya ocho años en Segunda División, una categoría que se queda pequeña para la historia del club, pero con la que no es suficiente para escapar. A la vista está.