Las lesiones y las decisiones técnicas hicieron que Daniel Carriço se quedara sin hueco en el Sevilla en las últimas temporadas. Sin embargo, con la llegada de Machín recuperó un papel protagonista. El luso reconoció sentirse importante y admitió que, aunque el sueño de la Champions League está ahí, prefiere ir partido a partido.
El Sevilla está cuajando un arranque liguero de ensueño, que recuerda al de la temporada 2006-07. En ese curso, con Juande Ramos en el banquillo, el conjunto andaluz levantó su primera Supercopa, tras vencer al Barça por 0-3, su segunda Copa de la UEFA y su cuarta Copa del Rey.
Además, los nervionenses quedaron en tercera posición en la tabla, a solo un punto del segundo, el FC Barcelona, y a solo dos del líder Real Madrid.
Este año, el cuadro comandado por Pablo Machín va por el mismo camino, con 23 puntos cosechados tras 12 jornadas ligueras y una muy buena participación en Europa League, en la que ha conseguido más de una y más de dos goleadas. Sin embargo, en Nervión quieren ser prudentes e ir partido a partido.
Así lo reconoció Carriço: "Es una locura hablar de ganar la Liga ahora. Sería muy precipitado. Nosotros nos marcamos el objetivo de jugar competición europea, la Liga de Campeones siempre está ahí, queremos entrar, pero vamos a olvidarlo e ir partido a partido".
Con Machín al mando y, tras varias campañas en un segundo plano, el central portugués se ha convertido en uno de los jugadores imprescindibles.
Lo reconoció el propio técnico en una entrevista a 'Diario de Sevilla': "En cada equipo hay alguien que puede ser el entrenador en el campo. Aquí en el Sevilla doy tres nombres. Carriço, en la defensa, Banega, en el centro del campo, y Sarabia en el enlace con la delantera".
Por su parte, el zaguero admitió sentirse importante, lo que le ha servido para recuperar la confianza y mostrar su máximo nivel. "El míster me ha dado la oportunidad y yo le he correspondido, espero seguir así", sentenció en una entrevista en el diario 'ABC'.