Obviamente, el primera tanto no fue contabilizado como obra de Gareth Bale, pues este golpeó en la nuca de Pavlo Pashayev sin que este se diera cuenta y entró en la portería. Eso sí, el segundo sí que lo mandó el galés al fondo de las mallas con un testarazo.
El interior pasa por un momento dulce en su carrera deportiva. Pasó de estar en la rampa de salida del Real Madrid a ser uno de los elementos clave del arranque de Liga del cuadro de Zinedine Zidane. Con su Selección nacional, se mostró de nuevo clave.
La primera diana no fue suya, pero la fabricó él. Le pegó desde más allá de la frontal del área y el esférico tocó en un rival. Luego, cayó desde arriba y rebotó en la nunca de otro que no se dio cuenta de cómo la pelota entraba en su propia portería.
En la recta final del encuentro, el resultado estaba siendo de 1-1 y el 'merengue' salió al rescate como hizo contra el Villarreal para salvar a los suyos. Mandó el balón al fondo de la meta con un cabezazo procedente de un rebote ante el que el cancerbero no pudo hacer nada.
Finalmente, Gales se llevó los tres puntos gracias a dos acciones clave del futbolista blanco. Se prolonga su estado de gracia y la capacidad que está demostrando para asumir responsabilidades y galones en los planteles en los que juega. En las siguientes semanas, se verá si continúa así.