El Lokomotiv volvió a jugar una mala pasada a la Juventus, que volvió a necesitar de héroes para superar al conjunto ruso. Un gol de Douglas Costa sobre la bocina rescató al equipo de Sarri para darle la clasificación a octavos de final de la Champions League.
Semanas antes, el Lokomotiv de Moscú ya se le atragantó a la 'Juve' en casa. El conjunto ruso ideó un plan para anular al equipo de Maurizio Sarri y no le funcionó por muy poco. Dybala tuvo que llegar al rescate del conjunto turinés para evitar el desastre, y esta vez fue suplente.
Con escasos cambios en el once y el mismo esquema, Yuri Siomin quiso seguir por la misma ruta, pero el guión le cambió rápidamente con el tanto tempranero de la Juventus. Perdía 0-1 en el minuto 4, la Juve se las prometía felices.
Del tanto se llevó el mérito Ramsey, aunque fue una acción combinada entre Cristiano Ronaldo y Guilherme. Como fuera, una carambola adelantó a la Juventus: el astro portugués lanzó una falta desde la izquierda, el guardameta no alcanzó a atajar en un error de bulto y el balón, tras escurrirse de entre sus manos, lo acabó empujando sobre la línea el galés.
Ya celebraba el luso su primer tanto de falta en un largo tiempo, pero la UEFA entendió que el esférico aún no había rebasado la línea de gol cuando Aaron Ramsey confirmó el tanto 'bianconero'.
No obstante, el Lokomotiv no es de amilanarse. Rápidamente respondió para demostrar que estaba muy vivo y volvió al plan original: no sería la Juventus quien hostigara a la contra, sino el conjunto ruso. Zhemaletdinov, Éder o Miranchuk perdonaron en distintas acciones antes de que llegara el empate.
Fue Miranchuk quien hizo la igualada en el 12', ni diez minutos después del tanto turinés. El internacional ruso embocó de segundas, ya a puerta vacía, un cabezazo que el palo le devolvió. Y no quedaría ahí: con la 'Juve' grogui, el 'Loko' martilleó durante todo el primer tiempo buscando el segundo.
En la segunda mitad, el equipo de Sarri se estabilizó, pero con una posesión estéril que no conseguía descifrar el entramado defensivo moscovita. Cristiano lo intentaba con un buen disparo bien repelido por Guilherme, pero eran apariciones desde lejos las únicas que podían inquietar al guardameta local.
Maurizio Sarri quiso mover el árbol con las entradas de Betancur y Douglas Costa. Abrió campo y el brasileño tiró de individualidades para desestabilizar.
Y con el cuadro turinés volcado, se parecía haber olvidado después de un buen rato de los impulsos del Lokomotiv, cada turinés sintió el miedo en sus carnes: Bonucci tuvo que sacar bajo palos un disparo de Joao Mario que era una auténtica puñalada.
Después del respiro, la Juventus volvió a lo suyo, no le quedaba más remedio. Sarri sorprendió sacando a Cristiano para meter a su salvador en Turín, Paulo Dybala, pero el héroe esta vez fue otro.
Con el partido agonizando, Douglas Costa rompió por completo la calma tensa moscovita. Apareció por dentro después de una fantástica combinación y batió en el añadido a Guilherme para liberar a los suyos y condenar al Lokomotiv. Los italianos se ponen con 10 puntos y se clasifican para octavos, mientras los rusos piensan ya en asegurar la plaza de Europa League.