Dovbyk hizo el segundo gol más tardío en la historia de la Eurocopa

BeSoccer Pro hace 2 años 1.8k
Solo Semih Senturk, en 2008, tardó más. BeSoccer Pro

Cuando parecía que tendríamos otra tanda de penaltis, llegó el éxtasis. Artem Dovbyk remató un centro impecable de Zinchenko para hundir a Suecia y darle la victoria a Ucrania 'in extremis'. El balón cruzó la línea en el minuto 120 y 36 segundos, lo que convierte este en el segundo gol más tardío en la historia de la Eurocopa.

A la Eurocopa no le está faltando absolutamente nada. Es una de las ediciones con más goles de la historia, hemos tenido cuatro prórrogas en los ocho partidos de octavos de final, una tanda de penaltis y una ración inabarcable de sorpresas.

La última de las prórrogas la vimos en el Suecia-Ucrania, un partido tenso que pese a la locura de la segunda mitad, no se resolvió hasta el ultimísimo momento. De hecho, parecía que el partido estaba condenado al 1-1 y la prórroga, pero entonces llegó el grito de euforia de Artem Dovbyk.

Oleksandr Zinchenko galopó por última vez por el flanco izquierdo, colgó un centro envenenado a la frontal del área pequeña y el delantero del Dnipro cabeceó con un buen giro de cuello para ganar el partido. De paso, Dovbyk marcó el segundo gol más tardío en la historia de la Eurocopa.

El balón rematado por el delantero de 24 años cruzó la línea cuando se cumplían 120 minutos y 36 segundos de partido. Y según los datos de BeSoccer Pro, tan solo se documenta un gol más tarde que el de Ucrania. Lo marcó Semih Sentürk en la Eurocopa de Austria y Suiza.

Aquel día, 20 de junio de 2008, el delantero de Turquía puso el 1-1 frente a Croacia a los 121 minutos y un segundo. Fue locura por partida doble, porque igualaba el gol de Ivan Klasnic en el 118:41. Otro de los tantos que más se hicieron de rogar en todas las ediciones de la Eurocopa.

Ese efímero 1-0 de Croacia se disputa la tercera plaza de este ranking con otros dos marcados dentro del 119', pero cuyo segundo exacto no se puede constatar por falta de archivos o pruebas gráficas. Uno es el 2-4 de Dieter Müller en el Yugoslavia-Alemania de cuartos de semifinales de 1976; el otro, de Michel Platini en el Francia 3-1 Portugal, también de semifinales, en 1984.

Pese al minuto del gol de Ucrania, Shevchenko aún tuvo que dar un par de tragos de agua para calmar los nervios antes de que llegase el pitido final de Daniele Orsato. Y al menos, el marcador hizo que valiese la pena el reguero de golpes, lesiones y sustos que dejó una prórroga de locos.

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