El Besiktas tiene que pagarle a Víctor Ruiz 2,5 millones de euros de multa por su abrupta marcha del equipo para irse al Betis. El problema fue en verano, cuando el jugador decidió romper unilateralmente el contrato que le unía al plantel porque no le dejaban abandonarlo.
El lío residía en que el futbolista entendía que se le estaban debiendo varios meses de salario. Eso, entre otras cosas, le motivó a cambiar de colores y, como no pudo haber acuerdo, él mismo tomó la decisión de rescindir sin necesidad de permiso por parte de la directiva.
Unos meses más tarde, 'AS' informa de cómo ha quedado la situación. La entidad otomana tendrá que pagarle 2,5 millones de euros como multa por los tres meses que exigía su ex efectivo, por el fallo de la FIFA, que le ha dado la razón al de Llobregat.
Cabe recurso de apelación y la fuente recién mencionada indica que el Besiktas lo utilizará para intentar librarse de esta 'pena'. En cuanto tramite los papeles y los organismos balompédicos se pongan en marcha, habrá que esperar de nuevo a otra conclusión.