Corría el minuto 65. El Barcelona, 2-0 por debajo en el marcador, veía cómo se le escapaba un título en casa del eterno rival y los nervios estaban a flor de piel. La intensidad en los jugadores era tal que a Luis Suárez se le escapó un gesto bastante feo.
Tras una jugada que acabó con un saque de puerta para los blancos, el delantero 'charrúa' se acabó encarando con un aficionado del Madrid que le hizo varios gestos de burla.
Y, lejos de obviar el comportamiento poco apropiado del hincha, el ariete se quedó mirándole fijamente y escupió mientras se marchaba hacia atrás. Su intención no fue la de que el escupitajo llegara, pero el acto fue visto como un gesto de desprecio y de chulería.
Es por ello que la grada se encendió y los aficionados que lo vieron no dudaron en reprocharle al uruguayo su actitud...