El conjunto blanco derrotó con contundencia a su rival en la capital y lo hizo gracias a su clarividencia en ambas áreas. Llegaron más los rojiblancos y sentenció el Real Madrid en cuanto pisó área rival.
El Real Madrid de Carlo Ancelotti sigue dando pasos agigantados hacia el título de Liga. Si la idea del italiano es la de sentenciar el título cuanto antes para rotar cuando llegue la Champions, el plan le está saliendo a la perfección. El Atleti no fue rival en el derbi y estuvo más cerca de la lucha por la Champions con el Barcelona que de una pelea por el título que, por lo visto en el duelo, le queda lejos.
Y eso que el inicio rojiblanco fue bueno. Los de Simeone, crecidos por su lustroso triunfo en Oporto, arrancaron merodeando el área del Real Madrid en el Bernabéu como hacía tiempo. No le importó en exceso a los blancos, que exhiben una confianza en lo que hacen brutal. Ni sufrieron ni tuvieron que esperar demasiado para recibir la confirmación en su fútbol en forma de ventaja en el electrónico.
El gran arranque de Cunha lo ensombreció Koke, tan presente en la construcción del equipo rojiblanco como errante. El centrocampista no estuvo acertado en ataque y fue un lastre para sus compañeros en el 1-0. Perdió el balón en una entrega demasiado arriesgada y no pudo cortar el pase que inició la contra. Benzema descargó para Asensio, este encontró a Vinicius y el brasileño sirvió para la volea del galo. Inexplicable que con cuatro hombres en el área nadie marcara al mejor del Real Madrid. No hizo mucho más Karim, sustituido en el descanso por un aseado Jovic. El francés recayó de sus problemas físicos, pero volvió a tiempo de ser decisivo para los blancos en el derbi.
El gol hundió a un Atlético que perdió la frescura de piernas de repente. Echaron en falta los 'colchoneros' un mejor desempeño de Griezmann, otro que pagó el cargado calendario y solo completó una parte por problemas musculares. El galo había tenido la única clara de los rojiblancos en el primer tiempo en un lanzamiento de falta que sacó con un lucimiento quizás excesivo Courtois.
La más clara, pese al empeño del Atleti, la tuvo todavía en el primer tiempo Vinicius para el 2-0. Casemiro le filtró un pase y su compatriota buscó el palo corto. Oblak reaccionó bien en una de las pocas ocasiones en las que pudo hacerlo en todo el partido.
Simeone, que veía que el partido se le escapaba, intentó agitar su esquema en el descanso. Y de salida lo logró. Joao Félix mostró a partes iguales su calidad y su poca continuidad. El luso se echó el equipo a la espalda tras el descanso y despertó al final. Entre medias, de nuevo la nada para un hombre al que ya se le ha de exigir más.
Los buenos minutos del ex del Benfica merecieron algún tanto para el Atlético, pero Courtois emergió para amargar a su ex equipo tanto a tiro del luso como después de un excelente pase a Cunha que el brasileño cruzó en el área pequeña sin suerte.
De nuevo, como en la primera parte, la contundencia en las áreas del Real Madrid decidió el choque. Y del 1-1 se pasó al 2-0, otra vez con un error imperdonable de un rojiblanco. Jovic le comió la tostada a Felipe y Vinicius encontró a Asensio cuando todos esperaban un tiro. El balear, que remató de primeras, culminó su gran semana con la sentencia a media hora del final.
El 2-0 acercó más el partido a una goleada que a un final apretado, sobre todo tras comprobar el Atlético de Madrid que Courtois había puesto el modo legendario. El derroche de Lemar debió de generarle al menos el tanto de la honra al Atlético, pero la figura del meta belga se volvió imponente al final. Hasta con la cara salvó un tanto a Joao Félix cuando el choque ya agonizaba.
No necestió pisar área rival mucho más el Real Madrid, tan contundente y lanzado hacia el título como confiado en un fútbol que, sin ser brillante, sí que le está dando réditos. La Champions, ya en febrero, marcará el nivel real de un equipo que, en estos momentos, no tiene rival en España.