La final de la Europa League se le había complicado al Eintracht de Frankfurt tras el 0-1 anotado por el Rangers FC. SIn embargo, apareció el que tenía que aparecer. Santos Borré se erigió en el más listo de la clase tras un centro raso de Kostic para adelantarse a su marcador y poner el 1-1.
La pasividad de la primera parte durante la gran final de la Europa League dio un giro de 180 grados tras el paso por vestuarios. Ambos equipos sacaron su lado más ambicioso y se fueron decididamente a por el triunfo.
Así, Aribo aprovechó un error defensivo del Eintracht de Frankfurt para establecer el 0-1 en el Sánchez-Pizjuán. Esto rompió definitivamente el partido, puesto que los alemanes comenzaron a buscar la portería de Mcgregor de una forma mucho más constante.
Fruto a esta insistencia llegó la igualada. Y quién sino, Rafael Santos Borré fue el encargado de poner las tablas otra vez, tan solo 12 minutos más tarde. El de Barranquilla ha sido un seguro a lo largo de todo el torneo, y no iba a ser menos en el partido más importante del torneo.
El ex de River Plate pilló a los centrales Bassey y Goldson dormidos. Kostic puso un centro raso, de esos que duelen, y Borré aprovechó la mencionada pasividad para adelantarse a todo el mundo y marcar el gol con la punta de la bota.