El último gran heredero

Enrique Salvatierra hace 6 años 3.7k
Ramos atraviesa un gran momento de madurez personal y deportiva. EFE

Fernando Hierro ya aventuró que sería capaz de superar sus registros con el Real Madrid. A sus 32 años, se ha confirmado como el gran heredero de capitanes de la talla del malagueño, de Raúl o de Casillas, del que heredó el brazalete.

Sergio Ramos ha encontrado el equilibrio, la madurez personal y deportiva. A sus 32 años recién cumplidos, atraviesa uno de sus mejores momentos, asentado como líder espiritual del Real Madrid y de una Selección Española que se ha regenerado basándose en el sevillano como pilar fundamental para reconstruirse.

Heredero de Fernando Hierro, llegó al Bernabéu tras despuntar en el Sevilla. El reto era inmenso, cubrir el hueco que había dejado el adiós de Fernando Hierro años atrás. Sin miedo, asumió su número y sus galones en defensa. Le costó, en parte por la dinámica del conjunto blanco ante un Barcelona imperial. Le tocó vivir la era dorada del máximo rival, pero se fue haciendo cada vez más importante en un vestuario que devora talentos como pocos. Tuvo paciencia y los éxitos acabaron llegando. La mayoría, con protagonismo suyo. El gol de Lisboa, el doblete de Múnich, el de Nápoles, el gol de Milán, los milagros de los añadidos...

La Selección le fue dando alas, primero como lateral y después como central. Su evolución futbolística fue reconvirtiendo a este defensa con alma de delantero, que llegó incluso a probar como pivote defensivo en un intento a la desesperada de Ancelotti para frenar al Barcelona.

Amante de los escenarios calientes y con personalidad de sobra para plantarse ante cualquiera, llegó a ser uno de los mejores centrales del mundo. Fue creciendo en el madridismo bajo el manto de Raúl y de Casillas, hasta que llegó el momento de la transición. El guardameta abandonó el conjunto blanco y el de Camas era el siguiente en la lista de sucesión. Asumió el brazalete y comprendió lo que significaba ser capitán en el Real Madrid. Acaparó focos y explicaciones... pero también triunfos.

Le tocó lidiar entre Real Madrid, Barcelona y España. La problemática con Piqué y mil disparates extradeportivos que tuvo que tratar para que no se rompiera la convivencia en la Selección. Ha sabido lidiar egos con Cristiano y recuperar el buen ambiente en 'la Roja'. Disfruta chocando con el central del Barcelona, pero ambos conforman probablemente la mejor pareja de centrales que haya vestido la elástica de la Selección Española.

Ha estado en las fotos de las dos últimas Champions consecutivas y en un serial de triunfos que convirtieron 2017 y la etapa de Zidane en una de las mejores de la historia del club. Todo, con él en un estado de forma excepcional. La pasada temporada batió su mejor registro goleador con diez tantos y según 'ProFootballDB' estadísticamente fue el mejor curso de su carrera.

Ha superado los 150 partidos con la Selección Española y llegará al Mundial como capitán de un equipo renovado y aspirante a repetir el éxito de Sudáfrica, en el que estuvo presente. Lo ha ganado todo a nivel de clubes y de selección a excepción de la Copa Confederaciones.

En el Madrid lleva más de 550 partidos oficiales y 72 goles. En el debe, su récord de tarjetas y expulsiones, quizá la única mancha a una carrera de leyenda que le ha puesto en el lugar que ya aventuró Fernando Hierro hace 13 años, cuando firmó por el conjunto blanco.

De aquel chaval de Camas que se vistió de blanco en una concentración de la Selección para mandarle un guiño a Florentino sólo quedan ciertos ramalazos de ese estilo particular a la hora de vestir. Sin olvidar sus anécdotas tuiteras con erratas histriónicas. Ahora, estrenando tercera paternidad, asentado como líder del actual campeón del mundo y de Europa, a Ramos se le presentan dos grandes retos para este final de temporada: ganar la tercera Champions consecutiva (la cuarta en su palmarés) y levantar su segundo Mundial. Pero lo haga o no, ya ha demostrado ser el último gran heredero.

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