Gana la Roma, pierde el fútbol

La Roma ganó un partido para olvidar donde lo más destacable no fue el resultado, sino los cánticos discriminatorios de los ultras del equipo romano. 

El partido en sí se perfilaba como uno de los grandes duelos de la jornada entre dos equipos que luchan por las mismas aspiraciones. El equipo romano llegaba al partido con una buena dinámica de resultados, todo lo contrario que el Nápoles, que encadenaba tres partidos sin ganar.

Y la dinámica de juego de ambos conjuntos se trasladó al terreno de juego. La Roma salió dominando y controlando la posesión mientrás que el Nápoles, algo más mermado, no fue capaz de imprimirle al juego el mismo nivel de intensidad que los romanos.

Con todo ello, llegó el primer gol de Zaniolo. Un sublime gol con la zurda por toda la escuadra que ponía el 1-0 en el marcardor. Poco después el lateral serbio Kolarov fallaría un penalti. Más por coraje que por juego el Nápoles intentó estirarse y Milik acabó estrellando el balón al larguero justo antes del descanso. 

Ya en la segunda parte, se vivió más de lo mismo. La Roma salió dominando y en el minuto 55 Veretout hizó el segundo de penalti. Poco después Kluivert tendría una oportunidad para marcar un nuevo gol y ampliar la ventaja. 

A partir de aquí el partido, al menos en lo futbolístico, se torció. Y es que la Serie A volvió a vivir otro lamentable incidente de cánticos discriminatorios por parte de un sector radical de los aficionados de la Roma contra los napolitanos y el colegiado Rocchi se vio obligado a parar el partido.

Tras reanudarse el partido, Milik intentó dar un poco de emoción al encuentro marcando el 2-1 tras una buena asistencia de Lozano. Pero lejos de eso, el partido no tomó otra deriva que no fuera la de la victoria del cuadro local.

Un partido más ganado para la Roma, un partido más que la intolerancia impera en las gradas de Italia.