A sus 38 años, Fábio es el jugador que más veces ha vestido la camiseta de Cruzeiro. El arquero no tuvo una carrera fácil y tuvo que sortear en sus inicios graves problemas con el alcohol, además de una lesión de rodilla que le dejó muy tocado.
Desde 2004, Fábio es el arquero que manda en Cruzeiro. Casi 600 partidos oficiales y once títulos resumen su trayectoria en el cuadro brasileño, que este martes visitará a River Plate en el marco de los octavos de final de la Copa Libertadores.
Allí estará Fábio, con cuerda para rato pese a que su reloj biológico marcha ya por los 38 años. Su carrera, marcada por el éxito, podría haber sido bien diferente si en sus inicios no hubiera sido capaz de superar importantes problemas con el alcohol.
"Antes, la alegría de mi marido era la bebida, incluso siendo futbolista. Él solo encontraba felicidad en la bebida", señaló hace unos años la esposa del arquero, Sandra Maciel. Lo logró, aunque por el camino encontró otra piedra más.
Durante un encuentro ante Atlético MG en el que cometió varias pifias injustificadas, se destrozó la rodilla. Tuvo que permanecer encerrado en casa, lo cual le llevó a evadirse de todo, prácticamente acabó sumido en una depresión. "Se pasaba todo el día mirando la televisión, hasta que cambió de canal y se puso a ver el programa de un pastor evangélico", dijo su mujer a 'Globoesporte'.
Encontró en la fe la manera de salir del paso. Lo hizo e incluso pudo fichar por el Milan, pero un desconocido instó a su esposa a que no se marchara: "Nadie sabía de la posible transferencia de mi marido. Y durante una misa en la iglesia, un hombre apareció de la nada, se acercó a Fábio y le dijo: 'Dios me manda a decirte que ese equipo rojo y negro no es lo que él quiere en su vida".