Mbappé apuñala a los caminantes blancos y Courtois les mantiene con vida

Carlos Torregrosa hace 2 años 17.4k
Courtois evita el descalabro de los caminantes blancos. AFP

El PSG venció al Real Madrid por la mínima en el marcador y por la máxima en el césped. Mbappé resolvió la ida en el añadido, pero los méritos decidieron al ganador, aunque fuese moral, mucho antes. Solo el empeño de Courtois hizo que su equipo, semejante a los caminantes blancos de R.R. Martin, guarde esperanzas numéricas de cara a la vuelta.

En el Parque de los Príncipes, no hubo ninguno de estos. Solo se vieron reyes y criados, sin términos medios. El PSG, de los primeros, vapuleó al Real Madrid, convertido en los segundos, aunque no lo diga así el marcador. Un equipo de FIFA contra un club pequeño y modesto. Ese es el mejor resumen.

Toda Europa esperaba un partido que prometía, por un lado, pero del que se sospechaba, por otro, que podría ser rácano. Los últimos encuentros de los franceses así lo indicaban, con actuaciones más que justitas en la Ligue 1 que se resolvieron en el añadido, y la última, en los pies de Mbappé. ¿Les suena? Tampoco llegaban presumiendo los visitantes, un equipo que, sin Benzema, había hecho poco daño a sus rivales.

Karim llegaba al partido, al parecer, más que recuperado y listo para la batalla. Pero si en vez del galo llega a formar un socio del Madrid en punta, quizá solo nos daríamos cuenta por el físico. El '9' no entró apenas en juego y fue una isla desesperada rodeada de agua, de tono azul marino, sin un flotador al que agarrarse.

Desde el inicio, ya se atisbaba lo que se venía. El Real Madrid fue eso que tanto ha visto en el espejo en el Bernabéu a lo largo de su historia. Fue ese equipo que visita la capital, en muchas ocasiones, con más miedo al resultado que esperanza en el botín. Los blancos, que parecían más caminantes de R.R. Martin que futbolistas, apenas salieron no ya de su campo, sino del área y sus escasos alrededores.

Courtois sostuvo al plan de Anceloti... y a Carvajal

El plan de Ancelotti, más italiano que él, se mantuvo en pie como pudo solo gracias a Courtois. Y a la falta de pólvora (quién iba a pensarlo) del PSG en el área. Di María mandó a las nubes un regalo de Mbappé desde la izquierda. Por ahí, el '7' amargó a un Carvajal con el que, muy posiblemente, comparta entrenamientos a partir del verano. Pero, de momento, el lateral tendrá pesadillas con las internadas del francés.

A los 18 minutos, el belga le ganó la partida a Mbappé en un mano a mano. De nuevo, el '2' pudo hacer más a la hora de cuerpear o anticiparse a su par, pero este le ganó la posición y, con la izquierda, intentó superar al portero. Pero, con la pierna, dejaba con las ganas a un Parque de los Príncipes repleto.

Seguía el PSG arrinconando al Madrid, más zombie que nunca, con un ritmo muy superior al de su rival. Courtois blocó en dos tiempos un disparo de Nuno Gomes y miraba, impotente, cómo la película pintaba a no cambiar el guion en el resto del partido. A la media hora, Messi remató desviado un balón en el área con la derecha. No fueron muchos los espacios que entre Alaba y Militao dejaron en la zona en el primer tiempo, pero los locales asustaban casi sin tener que pisar el área.

35 minutos tardó el Madrid en hacer algo en ataque. Sí, algo, porque no podemos ni calificarlo dentro de los eventos ofensivos. Fue una maravilla más de Benzema en un campo de fútbol, pero que se queda en paupérrima si se cataloga como una de las mejores cosas que hizo un equipo en 90 y tantos minutos. El galo atrajo a cuatro rivales, se deshizo de la presión con un uno-dos de libro y dio un respiro a un Madrid que no tardó en seguir ahogándose poco después.

Para colmo, llegó la amarilla a Casemiro que le hace perderse el partido de vuelta. Derribó a Paredes y complicó un segundo 'round' pese a que aún le quedaba casi una hora al primero. Y más se complicó en la segunda parte, con otra amarilla al otro apercibido, Mendy. Justo antes del descanso, Casemiro conectó un cabezazo tras un córner que se fue fuera por poco. Acababa así, con un halo de esperanza, una primera parte para olvidar. Esperaban los aficionados blancos que la imagen de muerto viviente pasara, al menos, a la de vivo convaleciente. Pero el estado médico estuvo lejos de mejorar.

Y eso que lo pareció en el arranque. La imagen que dieron los visitantes al volver de vestuarios fue de un equipo que se había dado cuenta que no podía seguir disfrazado de Segunda por mucho glamour que desprendiera el escenario y los actores contrarios. Pero quedó en un espejismo o, siendo generosos, en cuatro rayas en el agua.

Esos metros que ganó pronto pasaron de nuevo a ser del PSG. En el 50', Mbappé obligó a Courtois a hacer la segunda gran parada del partido. El '7' se revolvió en el área tras una buena triangulación ofensiva de los suyos, pero el belga sacó un brazo abajo con tanta dureza que repelió de forma contundente el disparo. Messi mandó arriba el rechace.

Antes de la hora de partido, Messi tiró con poca fe desde fuera del área y Kroos se sacó un derechazo desde la frontal que sobrepasó el larguero de Donnarumma (sí, estuvo allí aunque no lo viéramos mucho) para hacer respirar a su equipo. También tuvo otra ocasión un Mbappé que no le dio la rosca necesaria a la pelota al buscar el segundo palo y acabó la bola en manos del portero 'merengue'.

De nuevo Carvajal y de nuevo Courtois

Se cumplía la hora de juego y llegó una nueva victoria de Kylian sobre Carvajal, aunque esta apuntaba a ser más decisiva. El '7' provocó un penalti un tanto inocente del lateral, que le derribó cuando la bola ya se le iba larga al delantero galo. Pero Courtois estaba empeñado en enderezar a unos caminantes más blancos que nunca, casi pálidos, que recuperaron algo de color cuando el belga le paró la pena máxima a Messi. El '30' falló su primer penalti contra el Madrid al encontrarse abajo con el brazo del belga a la izquierda de este.

A partir de ahí, Pochettino, Ancelotti, el PSG y el Madrid, en común acuerdo, decidieron que sería un acoso y derribo. Unos buscaban la justicia. Otros, el milagro. Para colmo, Neymar reemplazó a un gris Di María y el tridente de lujo, el del FIFA, el del marketing, empezó a carburar.

Sin embargo, se defendía bien el Madrid de las continuas llegadas, aunque hacía sufrir a su hinchada una y otra vez. Messi mandó fuera una falta en la frontal y Mbappé perdonó una casi clavada a la que acabaría en gol en el añadido. Tiró demasiado cruzado cuando buscaba el palo largo.

Con Rodrygo, Bale y Hazard ya en el campo, el brasileño tuvo algo parecido a una ocasión tras un a falta de entendimiento entre los centrales parisinos, pero taponó la defensa su disparo. Llegaban los minutos finales y el Madrid ya pensaba en aguantar y en las tres semanas que tendría por delante para intentar cambiar el guion de la segunda parte de la película.

Neymar estuvo a punto de adelantar acontecimientos. El brasileño recibió en el área, aunque con poco ángulo, un pase filtrado de Messi. Ney quiso levantársela a Courtois, pero no cogió puerta y se fue fuera. Sí que encontraría el camino de la red el remate de Mbappé en el cuarto minuto del añadido de cuatro minutos de Daniele Orsato.

El PSG volvió a resolver un partido en el añadido, una especialidad de la casa esta temporada. Lo hizo en una jugada que comenzó Neymar con un taconazo y que resolvió el '7' en el área. Recibió escorado, se la colocó para la pierna derecha y batió por debajo de las piernas a Courtois. A su posible futuro compañero. A su más que probable futuro equipo. Aunque, a día de hoy, el único futuro en el que piensa, él y el resto, es en el 9 de marzo.

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