Después del empate sin goles entre el Athletic y el Valencia en San Mamés, los entrenadores de los dos equipos comparecieron en sendas ruedas de prensa. Marcelino García Toral reivindicó que, si alguien mereció ganar, fueron los suyos. Su homólogo, José Bordalás, se quejó de que las gradas le llamaran "hijo de p*ta".
Ni Marcelino ni Bordalás acabaron especialmente satisfechos después del empate sin goles entre sus equipos, el Athletic y el Valencia, en San Mamés. El primero de ellos, en su rueda de prensa posterior, dijo abiertamente que sus pupilos merecieron ganar. Su homólogo tuvo cierto momento de tensión con un periodista que le preguntaba por cánticos peyorativos de las gradas.
"Sabíamos que iba a ser un partido así, con interrupciones. El Valencia es un equipo muy físico y ha jugado con mucha gente por detrás del balón. Estoy muy satisfecho del trabajo de los jugadores. Nos ha faltado acierto, hemos tenido ocasiones para haber ganado. A la tarde solo le ha faltado la victoria, pero estoy muy orgulloso. El equipo ha salido con la mentalidad de ir a ganar. Es una pena no haber materializado las ocasiones que hemos tenido", dijo el técnico del cuadro bilbaíno.
"Tenemos sensación de tristeza por no ganar, pero no nos podemos reprochar nada. Solo podemos estar tristes por el resultado, pero no por todo lo que hemos generado. El rival no nos ha generado ni media ocasión de gol. Estamos tristes por no marcar las ocasiones que hemos tenido. Hemos merecido ganar de forma clara y hemo sometido al rival. El equipo ha hecho muy buen partido, hemos tenido más oportunidades que el día del Atlético. Es lo que tiene el fútbol. Estoy muy contento por el juego y el desarrollo del partido", añadió.
"Salió el partido que preveíamos. No nos pilló por sorpresa. Sabíamos cómo afrontarlo y los hechos lo han demostrado. Lo que decide es el gol. El rival quiso conformarse con el empate y nosotros intentamos ganar. Que se juegue más o menos no depende de nosotros, depende de que el árbitro procure que se juegue el mayor tiempo posible", dijo además.
Bordalás, ante una pregunta de un periodista que a él le dio la sensación de que se estaba riendo al hablarle sobre cuando las gradas le llamaron "hijo de p*ta", contestó: "Usted dice muy explícito y sonríe; a mí no me hace ninguna gracia que me insulten. Cuando hay un insulto, se sanciona, pero, aquí, te cantan y no pasa nada. Creo que no es justo porque hacemos nuestro trabajo, respetamos a todo el mundo y no veo justo que me insulten".
Ya en líneas más generales, analizó: "El Athletic ha llegado en un gran momento de forma, está peleando por Europa, sabíamos que iba a ser complicado desde el inicio. Tengo que felicitar a mis jugadores porque, ahora que nos jugamos muy poco, porque tenemos opciones muy remotas, pues ver cómo ha competido el equipo".
"Es lo que intentamos los técnicos, que el equipo no se vaya de la competición, sobre todo por respeto a la afición. Sabíamos que el Athletic nos inquietaría y, a balón parado, al final, nos han puesto en aprietos. Nos faltaron cosas a nivel ofensivo, sobre todo porque recuperábamos en bloque bajo y había muchos metros hasta la portería del Athletic", añadió.