Pinceladas precisas y preciosas para renacer

Carlos Torregrosa hace 3 años 4.9k
Pinceladas preciosas y precisas para renacer. AFP

El Real Madrid se impuso con comodidad al Alavés por 1-4 en un gran partido de Kroos, Benzema y Hazard. No fue un partido brutal de los blancos, pero sí que lo supieron leer, entender y resolver como la situación lo merecía. Casemiro, Karim, con dos goles, y Eden, los goleadores. Recortó distancias Joselu.

No fue una obra de arte lo que hizo el Real Madrid en Mendizorroza. Bettoni (Zidane fue baja por COVID-19) capitaneó a un equipo que no está para pintar grandes cuadros ahora. Necesita más efectividad que estética y eso hizo ante el Alavés. Por eso, el partido se alejó de ser el lienzo perfecto, pero sí que tuvo pinceladas. Preciosas y precisas.

Empezó mejor el cuadro local, que celebraba sus cien años de historia, con varias llegadas al área de Courtois. Abelardo olió sangre esta semana y quiso dar algún zarpazo primero. El que pega primero pega dos veces, dicen. Pero si uno pega con zarpas y el otro con uñas recién limadas, la herida cambia.

Fruto de ese buen arranque, llegó la primera ocasión. Rioja firmó un cabezazo en el primer palo que se marchó arriba y Joselu disparó en la jugada siguiente para estrellar la bola en la defensa visitante.

Con el paso de los minutos, el Madrid fue cogiendo cuerpo. La crisis copera y supercopera parecía quedar atrás. Pero realmente los fantasmas de Athletic y Alcoyano no aparecieron por la contundencia que mostró en el área rival. Precisamente, el lunar que le ha perseguido una y otra vez en las últimas temporadas.

Militao avisó de cabeza y Modric soltó un derechazo al minuto que empezó a asustar al Alavés. Sin embargo, los 'babazorros' pudieron amrcar en un remate de Martin que tuvo mejor presentación que ejecución. Solo en el área, no le pegó de lleno a la bola y la mandó fuera.

Benzema avisó, Kroos sirvió y Casemiro adelantó al Madrid

Antes del cuarto de hora, los engranajes del Madrid empezaban a funcionar. Modric encontró a Benzema en el área con un gran pase con el exterior y este se dio la vuelta y remató para que parase Pacheco. Cazó el rechace Karim y volvió a tirar, pero el portero tocó también el segundo intento y la bola se fue al palo. Córner.

Sería la antesala del 0-1, ya que ese saque de esquina acabó en la cabeza de Casemiro y, acto seguido, en la red del Alavés. Kroos puso la bola justo donde el '14' quería. El brasileño remató con más atino que potencia y adelantó a su equipo en el 15'.

Mandaban los blancos en el marcador, pero no tenían el monopolio sobre el césped. El Alavés sufría atrás, pero también encontraba espacios cuando levantaba la cabeza. Justo tras el gol, llegó Édgar Méndez a la frontal y tiró, pero sin demasiado peligro para Courtois.

En el 28', Hazard empezó a aparecer. Hasta entonces, tanto él como Asensio solo salían en las búsquedas de Twitter en los mensajes de las alineaciones oficiales. Pero el belga sí logró decir sus palabras sobre el césped. Recibió de Lucas en el área y buscó el palo largo con la zurda, aunque no cogió toda la rosca que él quería.

Eden, qué bueno que apareciste

Gestionaba el Madrid el resultado sin sufrir demasiado, pero no lograba controlar el encuentro a su antojo. Se acercaba el descanso y el choque se puso algo tosco con algunas entradas, por lo que la intensidad se impuso a la calidad. Sin embargo, Hazard y el Madrid tuvieron sus minutos fantásticos antes de volver al vestuario.

En el 41', Asensio filtró un balón a la frontal para el '7'. Este quiso asistir a Benzema con un toque de espuela que, si al caso, existió por un pequeño roce. Aunque el efecto fue el mismo, ya que despejó el camino a un Karim que definió a la perfección. Con la derecha, cruzó el golpeo con altura y batió cerca del larguero a Pacheco.

Hazard no se conformó con una aportación fantasma y se sumó a la fiesta como guinda al primer acto. Kroos volvió a sacar el catalejo para ver a una desestructurada defensa local y al belga con posibilidades de sacar tajada. Con la zurda, el alemán le regaló un balón de gol a Eden. Este bajó la bola con gran calidad y batió a Pacheco con una buena definición.

Llegó el pitido final de la primera parte y dejó el cuadro que describíamos antes. Quizá faltaron algunos colores y varios detalles, pero las pinceladas que sí llegaron al lienzo eran dignas de admirar. Y necesarias.

Coraje 'babazorro' y zarpazo definitivo de Karim

La reanudación dejó paso al coraje del Alavés. Salió bien el equipo del 'Pitu', que quería mancharle la pintura a su rival. Y algún borrón sí consiguió hacerle. Abelardo metió a Lucas Pérez, Borja Sainz y Manu García de una tacada y logró su intención de remover el árbol.

Joselu puso a prueba a Courtois con una volea que salvó el meta. Adelantó líneas el equipo local y Borja, muy activo desde que entró, probó suerte desde la izquierda con un tiro centrado que acabó en los guantes de Thibaut.

Pero el meta no pudo evitar el tanto de Joselu a la hora de partido. Lucas puso una falta al corazón del área y la pintura del Madrid se empapó. Pina y el '9' entraron solos, sin apenas resistencias, y este último remató con gran atino de cabeza para poner el 1-3 y la emoción al partido.

El 1-3 podría parecer que estaba listo para enmarcar, pero necesitó la obra de una última pincelada que cerrase el mensaje y salvase la recompensa. Y ahí apareció Benzema.

Con Vinicius ya en el campo, que reemplazó a Hazard, Modric sacó su pincel y vio en la paleta que había material para un último brochazo. Mandó un medido envío para Karim, apostado en banda, que este convirtió en la guinda. Encaró a su rival, pisó área, recortó para orientarse y cruzó con la derecha para firmar su doblete y el 1-4 final en el 70'.

Los últimos 20 minutos, después de mucho tiempo en el Madrid, fueron más trámite que sufrimiento. El partido se calentó con varias entradas, aunque Jaime Latre no lo gestionó del todo bien y sacó amarillas por cuenta.

Con el habitual carrusel de cambios, el Alavés se dejó ver en alguna llegada de honor. Lucas Pérez no encontró por centrímetros a Borja en el área y la opción de revivir algún tipo de sufrimiento para su rival se quedó a un dedo del palo.

Al final, el triunfo ahuyenta fantasmas en el Madrid. O al menos le ponen un cartel de que la casa de los horrores queda cerrada hasta nuevo aviso. Necesitaba algo así Zidane, la afición, Benzema y sobre todo Hazard. No está todo hecho, pero es un buen ladrillo para recomponer un muro muy venido abajo en los últimos días.

A Abelardo le queda mucho camino por delante, aunque de la pareja Lucas-Joselu dependerán mucho sus éxitos. Coraje, por lo menos, no le falta.

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