El Lens pide permiso para seguir soñando. Una semana después de derrotar al todopoderoso PSG, hizo lo propio con el Lorient fuera de casa y desató la euforia en su afición. Los de Franck Haise firmaron una victoria de resistencia, de aguante y de casta.
Sobre todo, por su remontada. Comenzó ganando el cuadro local gracias al tempranero gol de Grbic, que no esperó ni a que se cumpliera el primer cuarto de hora para abrir la lata. La reacción fue exquisita: un acoso y derribo al área de Nardi que acabó con penalti a favor.
Kakuta lo mandó al fondo de la red y, dos minutos más tarde, Medina puso a los suyos por delante. Dos minutos de locura valieron para que los visitantes agarraran tres puntos que ya no se les iban a escapar. Eso sí, sufrirían de lo lindo para certificarlos.
En la segunda mitad, Ganago amplió la distancia en el luminoso, pero el Lorient fue con todo en el tramo final en búsqueda de las tablas. La expulsión de Badé por doble amarilla tras cometer penalti dio esperanzas a los de Christophe Pélissier con la diana de Wissa, aunque no hubo tiempo para mover más el 2-3.