Solo le bastó tocar un balón para dejar los tres puntos en casa. Fue lo que hizo Andrés Martín, que menos de dos minutos después de entrar al campo cabeceó para conseguir la cuarta victoria del curso en casa.
Nadie sabe aún lo que es puntuar en Vallecas. Son 12 puntos de 12 posibles los conseguidos por el conjunto de Iraola, que se apoya en casa para estar en posiciones altas.
Vibrante partido el que se vivió en la fría noche de jueves en Vallecas. El Rayo Vallecano y el Fuenlabrada se enfrentaron en un derbi con Sandoval como protagonista en la previa.
Fue mejor el Rayo en la primera mitad. En los minutos iniciales mandó y llevó el ritmo ante un Fuenlabrada que aguardaba para salir a la contra con Kanté, titular este jueves.
Poco a poco se fue calentando el partido. Un choque por aquí, una amarilla por allá y finalmente un penalti forzado por Nteka tras una carga por la espalda de Saveljich.
Casi sin quererlo, el cuadro azulón pudo ponerse por delante de no ser por la gran parada de Dimitrievski. El portero del Rayo adivinó el lado al que lanzó Iban Salvador y dejó el empate en el marcador.
Como si de un espejo fuese la primera mitad, el Rayo Vallecano volvió a dominar durante los últimos minutos antes del descanso, pero apenas hizo trabajar a Rosic.
El guion no varió en la segunda mitad. Dominó el Rayo y esperó el Fuenlabrada, que quería salir rápido a la contra. Pero las ocasiones que no llegaron en la primera mitad sí lo hicieron en la segunda ante un cuadro visitante más cansado.
Iraola acertó con los cambios, pues dos introducciones suyas fueron los goleadores de la noche. Primero Andrés, que llevaba menos de dos minutos cuando cabeceó un centro perfecto de Álvaro García para poner el 1-0.
Si clave fue Andrés, también lo fue Dimitrievski. El portero del Rayo salvó un cabezazo de Pulido que, segundos después, se convertiría en el segundo tanto del Rayo. Advíncula se la dejó de cabeza a Andrés y este le dio el pase de la muerte a Antoñin para poner la sentencia.