El Mallorca seguirá otro año más en Primera División. El cuadro bermellón ha conseguido el objetivo de inicio temporada y eso que durante un buen tramo del curso lo ha tenido más que difícil para garantizar su continuidad en la élite.
Pero Aguirre, que llegó en la recta final de la campaña, ha sido capaz de sacarle partido a un equipo que parecía desahuciado tras el 2-6 del Granada. Dos victorias consecutivas en las dos últimas jornadas le han bastado a los isleños para cumplir con su propósito.
No obstante, el Mallorca no lo ha tenido fácil en su visita a El Sadar. Desde el inicio, los de Arrasate se mostraron muy fuertes y llegaron a complicarle las cosas a los bermellones. A pesar de que los acercamientos no eran del todo peligrosos, los nervios eran más que evidentes entre los jugadores y el banquillo.
Tuvo que esperar el Mallorca hasta la primera media hora para quitarse de encima la presión local. Ángel Rodríguez se dejó ver por el área, llegó hasta línea de fondo y pidió penalti tras tocar el balón un adversario con la mano. Fue una de las primeras llegadas de los de Aguirre, que luego estuvieron cerca de encajar el primero de su rival.
Budimir tuvo una doble ocasión que pudo cambiar el devenir del encuentro. En el 41', el croata, completamente solo, cruzó demasiado con la pierna izquierda y el esférico se marchó cerca del poste izquierdo de la portería defendida por Reina. Y ya en el 45', el delantero se topó con el guardameta, que le achicó bien para evitar el tanto. Menuda bronca le echó el malagueño a sus defensas.
Hasta que un Ángel apareció
El descanso le vino como anillo al dedo al Mallorca, ya que al poco de iniciarse el segundo acto llegó el 0-1. Ángel Rodríguez combinó con Muriqi y el gigantón le devolvió la pared para que el tinerfeño batiese por bajo a Sergio Herrera. Los aficionados bermellones se volvieron locos porque la salvación estaba muy cerca.
Ese tanto fue todo un impulso para los de Aguirre, que ya se dedicaron a ralentizar el juego para dejar correr el reloj. No obstante, Osasuna, sobre el 61', estuvo cerca de hacer el 1-1 por mediación de Budimir. El croata se inventó una espuela dentro del área y la pelota no entró de milagro.
Se salvó el Mallorca en esa acción y Aguirre movió su banquillo en busca de algo de frescura. Lo mismo hizo Arrasate, pero sin trascendencia en el resultado. Ya en la recta final, los baleares, con los nervios a flor de piel por el tanto del Cádiz (si marcaban los navarros, ellos descendían), aseguraron la permanencia gracias a Grenier.
El francés, que salió al campo tras el descanso, aprovechó un rechace de Sergio Herrera a disparo de Abdón para establercer el 0-2 definitivo. Ya sí que sí, el equipo bermellón, que siempre tuvo fe, aseguró su presencia en Primera División. Ángel y Gremier, héroes. Valió la pena.