En agosto del verano ya pasado, Austin Bold, como la mayoría de equipos del mundo, quiso tener un gesto con el movimiento 'Black Lives Matter' y sus jugadores se arrodillaron antes de un partido. El problema fue que hubo alguien que no quiso: Valeri Saramutin. ¿La consecuencia? Apartado del equipo.
El jugador, en aquel encuentro, empezó desde el banquillo, entró en el minuto 89 y vio una tarjeta amarilla en el 90. Esa fue su última actuación con el club hasta la fecha, pues su entrenador y su presidente le dejaron claro que tenían que replantearse su situación.
"Antes del primer partido después de la cuarentena, todos en el campo se arrodillaron en apoyo del movimiento 'Black Lives Matter'.... No me arrodillé y el club tenía preguntas para mí. El entrenador dijo que necesitaba reflexionar sobre mi comportamiento", contó el jugador en 'Sport Express'.
"También tuve una conversación con el presidente. Me insistió: 'Entiende, esto no es por ti, esto es una muestra de respeto'. Y respondí que no entendía por qué se debía hacer esto. Por cierto, no hubo conflictos con los jugadores. Desde ese momento, solo pasé a entrenar, pero no a jugar y así estoy desde entonces", añadió.
Desde su país natal, Rusia, se le apoya. Andrei Sozin, miembro del comité de ética de la Unión de Fútbol de Rusia, transmitió en declaraciones recogidas por la fuente antes mencionada: "Expresó su posición y no se arrodilló, no violó la ley".