Era el partido del día. La culminación del 'Boxing Day'. El duelo por el título liguero... pero no hay tal disputa. El Liverpool dejó claro en el King Power ante el Leicester City que esta Premier ya tiene grabado su nombre.
Desde el primer momento, el cuadro de Jürgen Klopp salió dispuesto a demostrar que su liderato abrumador en la Premier no es casualidad.
Mané y Salah, en los primeros cinco minutos de partido, estuvieron cerca de poner el 0-1 y sentaron las bases de la dictadura 'red' en el primer tiempo.
El Leicester, pese a que trató de amasar un poco el balón al principio, fue un juguete en las manos del líder durante los primeros 45 minutos.
Tras los dos primeros avisos, de nuevo Salah y Henderson rondaron el gol del cuadro visitante, que era un auténtico peligro con y sin espacios.
La diana era cuestión de tiempo y llegó cuando el duelo parecía más equilibrado. En el minuto 31, Firmino mandó al fondo de la red un gran centro de Alexander-Arnold para poner el 0-1.
El tanto no fue un revulsivo para los 'foxes', que estuvieron cerca de encajar el segundo antes del descanso, pero una sensacional parada de Schmeichel a Mané evitó la sentencia antes del descanso.
Tras la reanudación, la tónica del partido parecía la misma, con un Liverpool dominante y un Leicester totalmente superado.
Firmino, en el 55', perdonó el 0-2 y ese error, por un momento, pareció cambiar el signo del duelo.
El fallo espoleó a los 'foxes', que desde entonces vivieron su mejor momento del choque, pero el sueño acabaría en el 70'.
En ese minuto, una mano de Söyüncü fue señalizada por el colegiado com penalti y Milner, recién entrado, al campo, pondría el 0-2.
Sin tiempo para asimilar el golpe, Roberto Firmino pondría en el 75' el segundo en su cuenta particular tras definir con clase una tremenda acción colectiva.
El tanto desarboló definitivamente a un Leicester que, tres minutos más tarde, veía a Alexander-Arnold poner la guinda a su partidazo con el 0-4.
Con ese marcador se llegó al final de un choque que deja a los 'reds' con 13 puntos de ventaja sobre su rival y 14 sobre un City cuya reválida del título parece una quimera.