Arias acude a la llamada de auxilio del Granada

Después de tres partidos consecutivos sin ganar, el Granada recuperó la confianza en sí mismo con una victoria importantísima en el Nuevo Los Cármenes ante el Alavés (2-1), en un duelo directo por la salvación.

Los tres puntos eran vitales para alejarse de las puertas del descenso y el cuadro nazarí logró su propósito con algo de fortuna. Los andaluces tuvieron dos chispazos y eso bastó a los pupilos de Robert Moreno para sacar el triunfo.

Desde bien prontito, los locales mostraron sus cartas y en el 14' ya se pusieron por delante en el marcador. Puertas, que avisó tres minutos antes, conectó un gran remate en la frontal ante el que nada pudo hacer Pacheco. El zurdazo era imparable.

A partir de ese momento, el Granada fue a menos, aunque contó con una buena opción para firmar el segundo. Esta vez, Puertas se quedó a centímetros de marcar. Gran acción ensayada en un saque de esquina y el disparo estuvo muy cerca de entrar por el poste izquierdo.

Y eso fue lo único más reñesable del cuadro nazarí hasta bien entrado el segundo tiempo. El Alavés estuvo desaparecido en la primera mitad, pero las cosas cambiaron por completo en el segundo acto. Los vitorianos dieron un paso al frente y perdonaron mucho.

Rioja y Joselu tuvieron ocasiones muy claras que repelió muy bien Luís Maximiano, muy atento como siempre. Édgar Méndez también tuvo otra, pero el árbitro la invalidó por fuera de juego. Se mascaba la tragedia en el Nuevo Los Cármenes porque los visitantes estaban muy bien y finalmente llegó.

En el 81', Abram trató de despejar un balón y sin querer metió el esférico en su propia portería. 1-1 y vuelta a empezar. A pesar de que el Alavés estaba mejor anímicamente, un gol de Arias, que entró como revulsivo justo antes del empate, le dio la victoria al Granada.

El colombiano aprovechó un remate al palo de Abram y metió la punta de la bota para responder a la llamada de auxilio de su equipo. El zaguero peruano pudo resarcirse después de esa acción en su área. Al final, los de Robert Moreno se llevaron el gato al agua y se alejaron de las puertas del descenso.