Arranca el juicio por el ataque de los ultras a la plantilla del Sporting

El proceso más mediático que se recuerda en el mundo deportivo luso arrancó este lunes por la mañana con 44 investigados por el suceso, entre ellos Bruno de Carvalho, quien era en el momento del ataque presidente del club, y que es señalado como presunto instigador.

El caso comprende más de 4.000 delitos supuestamente cometidos en la aciaga jornada de mayo de 2018 en la que medio centenar de ultras, encapuchados y con antorchas, invadieron la ciudad deportiva del Sporting, en Alcochete, a las afueras de Lisboa.

Accedieron hasta el vestuario y allí agredieron a personal técnico y jugadores, con los que se cebaron como castigo, según el relato de los testigos, por los malos resultados cosechados en la Liga Portuguesa y la Champions.

Los argentinos Marcos Acuña y Rodrigo Battaglia fueron dos de los principales objetivos de los ultras, que les propinaron patadas, puñetazos y lanzaron amenazas de muerte.

La agresión marcó un punto y aparte dentro de las polémicas del fútbol portugués, y la Fiscalía lusa abrió una investigación que tuvo como punto central averiguar cómo pudieron entrar los ultras a la ciudad deportividad con tanta facilidad.

Las dudas alcanzaron categoría de escándalo cuando en noviembre de 2018 fue detenido el entonces presidente del Sporting, Bruno de Carvalho, acusado de 56 delitos por el Ministerio Público, entre ellos "secuestro" y "terrorismo".

La Fiscalía le señaló como "autor moral" del ataque y llegó a apuntar a De Carvalho como la persona que "ordenó" la agresión.

Entre los acusados que se sientan en el banquillo destaca también Nuno Mendes, alias 'Mustafá', líder del grupo de ultras 'Juventude Leonina', con el que De Carvalho mantiene una estrecha relación, según la prensa lusa.

El ataque de Alcochete colmó la paciencia de los socios del Sporting, el 70% de los cuales votó a favor de la destitución de su presidente en junio de 2018, el mismo mes en el que se consumó la marcha del entrenador, Jorge Jesus, y la rescisión de contrato de nueve jugadores, aunque algunos de ellos regresaron más tarde.