A Valverde no le sentó nada bien la pregunta que le hicieron sobre la sustitución de Dembélé por Arturo Vidal tras la victoria ante la Real Sociedad.
"¿Por qué no me preguntáis por los otros cambios?", contestó el entrenador para después explicar que había decidido meter al chileno al campo para darle más consistencia a la medular azulgrana.
Sin embargo, este cambio no tuvo el efecto deseado, algo que ya ha ocurrido en otras tres ocasiones de las cinco que el técnico ha hecho este movimiento.
En el caso de Anoeta, el 'plan A' de Valverse sólo duró 55 minutos, pero en los partidos en los que Vidal ha entrado por Dembélé más que una solución ha supuesto un problema.
Y es que, lejos de darle la solidez deseada al centro del campo 'culé', el internacional chileno ha sido un dolor de cabeza para el técnico cuando ha decidido darle paso y sentar al francés.
Debutó con la camiseta azulgrana en Tánger en la final de la Supercopa de España ante el Sevilla. Después de que Dembélé marcase un golazo para darle la vuelta al marcador, Valverde decidió quitarlo en el 86' para poner a Vidal.
Sin embargo, la entrada del '22' no evitó el empuje final del conjunto nervionense, que tuvo un penalti para forzar la prórroga en el tiempo añadido. Ter Stegen salvó los muebles parando la pena máxima.
Frente al Valladolid, el técnico volvió a dar entrada a Vidal por Dembélé en el 76', otra vez después de que el delantero marcase el tanto que acabó dando a los 'culés' la victoria. De nuevo en esta parte del partido la portería azulgrana sufrió el acoso y derribo del rival, que incluso marcó en tiempo añadido, pero el tanto fue anulado por fuera de juego.
Y en Anoeta se repitió la historia. Dembélé marcó otra vez el gol del triunfo y fue sustituido en el 77' para dar paso al centrocampista. Y Ter Stegen tuvo que soportar un cerco en su meta en el tramo final del duelo, con el Barcelona pidiendo la hora.
Lejos de dar el equilibrio que Valverde busca para cerrar los partidos, el chileno hace el efecto contrario y su equipo acaba desequilibrado, acosado por el rival en su área.
En los dos otros partidos que entró desde el banquillo, Vidal entró al campo por Busquets en el minuto 85 y por Rakitic en el 71' en la goleada al Huesca.