Asedio sin premio

La Real Sociedad no despega. El partido contra el Valencia parece haber sido un espejismo en un inicio muy complicado para el conjunto vasco, que no mereció marcharse de vacío ante el Anderlecht.

Uno puede ver mil veces el resumen de la primera mitad, pero por más que intenta cabecear, no llega el gol 'txuri-urdin'. Con el marcador en contra, con los cambios, hubo momentos que en vez de un partido de fútbol parecía un frontón.

Hasta 9 ocasiones llegó a poner el Anderlecht en su área para evitar que la Real Sociedad empatase. Y es que tras el paso por los vestuarios, únicamente existió un equipo que quiso atacar y otro que quiso sentenciar a la contra.

Antes, en la primera mitad, el Anderlecht supo reponerse a un gran inicio de la Real. Y es que llegaba el cuadro de Imanol con la flecha para arriba después de su victoria liguera. En los primeros minutos, de hecho, se puso por delante con un tanto de Pablo Marín que hizo creer en una gran tarde europea.

El cuadro de Imanol sabía cómo atacar al Anderlecht, que no llegaba en una buena racha. Pero ello no importa en Europa, donde una única ocasión puede servir para cambiar el sino del partido.

Empezó a llegar el cuadro belga a las inmediaciones del área de Remiro y, tras una jugada en la que hubo hasta cuatro disparos, el gol visitante llegó para desgracia de los locales.

Después de que la Real reclamase una falta a Sadiq en la salida de una contra, la poblada defensa 'txuri-urdin' se descolocó por completo y dejó totalmente solo a Luis Vázquez, que no perdonó con un disparo cruzado. Ahí comenzó a caerse el castillo de naipes en el que se ha convertido el cuadro vasco.

Crecido con el empate, el Anderlecht buscó y encontró el premio de la victoria con uno de los mejores goles de la temporada. Leoni cazó un volea sin llegar a bajarla al césped para dejar boquiabierto a la grada local y espolear a los ultras de los visitantes.

Y es que precisamente hay que hablar de los ultras, que como ha ocurrido en otros campos, provocaron graves incidentes. Los del Anderlecht arrancaron sillas y las lanzaron a la zona inferior, donde había seguidores 'txuri-urdines'. El saldo, los tres puntos y dos detenidos.