Robert Green disfrutó de más de 20 años de carrera como portero profesional, pero uno de los hándicap es el físico. Más concretamente, uno de sus dedos, que ha quedado completamente atrofiado.
"Esto es lo que le puede pasar a un portero después de tantos años de carrera", dijo Green en una entrevista a 'ESPN', mostrando el dedo que peor ha quedado después de su retirada como profesional hace dos años.
Dicho dedo está en su mano derecha y no puede juntarlos todos a la hora de saludar. Un problema importante que el ex del Chelsea ha transformado en una anécdota divertida, y así se lo toma.
September 24, 2021