Cuando salió del CSKA de Moscú, su destino era un grande. El Mundial de Rusia terminó de empujarle al gran escaparate. Finalmente, el Mónaco fue el que se llevó el gato al agua, a pesar incluso de que se llegó a hablar del Barcelona.
Ahora los galos andan en hora bajas, y puede que el ruso se esté cuestionando si debió aceptar las ofertas que le llegaron de la Juventus y del Chelsea, aunque no es así, a tenor de sus palabras.
"¿Por qué no me mudé a la Juventus o al Chelsea? Pensé que sería difícil para mí en ese momento en un equipo como el Chelsea o la Juventus", comentó.
Golovin desenmarañó su argumento, que sonó bastante lógico.
"Para mí, son grandes del fútbol. Probablemente, si fuera un jugador de fútbol de Europa, la transición hubiera sido más fácil. En un gran club la situación se complicaría por la falta de conocimiento del idioma. No consulté a nadie que hiciera esta elección", aclaró.