"Si alguien se ha sentido ofendido por celebrarlo así, pido disculpas, pero me ha cuadrado en esa parte del campo como en muchos otros partidos anteriores. Estamos a 180 pulsaciones y yo busco la victoria de mi equipo y la emoción de mi gente. No hay que darle muchas más vueltas", comentó el delantero celeste.
Aspas acabó con su maldición en el clásico gallego, ya que hasta hoy nunca le había marcado al eterno rival. "Puede que sea uno de los días más felices de mi carrera. Otros partidos o victorias han tenido mayor importancia para mí y para el club pero esta es una victoria en un derbi, y además he marcado dos goles".
Para el atacante del Celta la clave del choque estuvo en el penalti cometido por Sidnei, que él mismo transformó para poner el 2-1: "En la segunda parte nos encontramos con el penalti y a partir de ahí todo ha ido rodado para nosotros. La verdad es que no le he pegado muy bien al balón en ese penalti, pero bueno, como dijo un taller, el balón ha ido al taller".