La baja de Neymar no afectó a un PSG que tiene a uno de los mejores ataques de todo el continente. Con Mbappé e Icardi en punta de lanza, los de Tuchel fueron capaces de ganar, eso sí, con susto.
Pese a los buenos primeros diez minutos del Olympique de Lyon, fue el PSG el que mandó durante todo el partido. Poco a poco se hizo con el juego hasta que, a los 20 minutos, Di María recortó con la izquierda y marcó un gol con la zurda.
Buscó el Olympique de Lyon el empate y dio varios pasos hacia adelante, lo que provocó que el PSG comenzase a sonreír: había espacios para correr y encontrar a un Mbappé que tuvo su premio.
Precisamente con espacios y a la contra consiguió el PSG el segundo de los seis goles que se vieron en el Parque de los Príncipes. Draxler hizo de asistente para regalarle el gol número 23 de la temporada a Mbappé.
No sació su hambre el conjunto de Tuchel. Quiso ganar por 'k.o.' y por poco lo consigue. Hasta en dos ocasiones antes del descenso vio cómo metía pero el tanto no subía al marcador por fuera de juego.
El gol más charlotesco del año llegó nada más empezar la segunda parte. Pocos se pueden explicar la concatenación de errores que se vieron en el Parque de los Príncipes entre Marcelo y Marçial que acabó con el tanto de este último en propia.
Parecía que el golpe era demasiado duro, que el Olympique de Lyon había dimitido del partido antes de tiempo. Pero el error no fue sino un impulso para un equipo que se repuso con un tiro de Toussart en el que pudo hacer más Keylor Navas.
Rudi Garcia vio un halo de esperanza e introdujo a un Toko Ekambi que le metió el miedo al PSG. El ex del Villarreal recorrió medio campo para regalarle el 3-2 a Dembélé y resetear el partido.
Tuchel quiso cerrar el partido, quitó a Icardi y metió a un Cavani que aprovechó los pocos minutos que tuvo para sentenciar el partido, volver a marcar y dar un mensaje: está listo para ser titular.
De esta forma, el PSG consiguió tres nuevos puntos y se acerca un día más a un título de la Ligue 1 que tiene bajo el brazo. No importan las bajas con la artillería que guarda Tuchel.