Muchas balas, todas de foguero. Ni el Logroñés ni el Oviedo fueron capaces de definir una contienda en la que los asturianos exhibieron más pólvora, aunque los mismos problemas que su rival para convertirla en el tanto que desequilibrara la balanza. Al final, ni solución ni goles.
Los del Cuco Ziganda llegaron a batir a Dani Giménez justo antes del descanso, pero Javi Mier, que asistió a Rodri, estaba en fuera de juego cuando le ponía un centro Juanjo Nieto desde la banda. En esta triangulación, intervinieron los jugadores más activos del equipo carbayón.
Sangalli y Juanjo formaron una sociedad muy incómoda para sus contrincantes por la banda derecha. El '12' aparecía tanto al corte como a la hora de darle más profundidad a su carril. El '8', insistente y tan presente por el aire como con la bola en el tapete, no dejó de generar peligro.
Rodri, que llegó a enviar una volea al palo, insistió mucho junto a su pareja de baile Leschuk. El ex del Málaga pudo marcar de chilena, de hecho, y se le fue alta. Nahuel, entretanto, desbordaba y probaba con sus clásicos misiles. El repertorio del Oviedo para tratar de hacer gol resultó tan variado como inefectivo.
Esto no significa que el Logroñés no pudiera ganar o solo se dedicara a defender. Tanto Rubén Martínez como Leo Ruiz o David González tuvieron opciones de adelantar a los suyos, pero, al igual que sus rivales, no tuvieron el día. Paulino, en segunda línea, procuraba calidad y regates para abrir huecos en la zaga asturiana.
Ni una ni otra propuesta terminó de funcionar y tocó repartir los puntos en Las Gaunas. Les vale algo más a los riojanos el resultado, ya que continúan asentados en la zona media de la tabla y su meta es la permanencia. Los ovetenses, que preferirían tener más a mano los puestos de 'play off', se quedan con las ganas y llevan de sequía de victorias ligueras ya desde el 11 de diciembre.