El nivel de Bale en Vigo fue una de las mejores noticias para el Real Madrid. Zidane apostó por él y, tras la victoria, reconoció que continuará en las filas blancas.
Bale volvió a enseñar su mejor versión, desequilibrante, activo y con una forma física envidiable para desatascar algunas fases del partido.
Olaza no pudo frenar al galés en una carrera de 30 metros. Pese a la ventaja que llevaba el jugador del Celta, no pudo ganar en la galopada al 'expreso de Cardiff'.
Una acción similar a la que protagonizó en la final de Copa del Rey ante el Barcelona, cuando dejó en evidencia a Bartra y anotó el tanto que decantó la balanza a favor de los madridistas.