Por primera vez en lo que va de Mundial, Éver Banega fue titular, y Sampaoli le colocó por delante del doble pivote. Él sería el encargado de darle circulación al balón, de alimentar el hambre de gol de Messi.
Banega jugó apenas media hora ante Islandia, y no se vistió de corto ante Croacia, el mayor batacazo de Argentina hasta la fecha en este Mundial. Quizá sea sintomático, de hecho.
La conexión Banega-Messi comenzó desde el primer minuto, y de las botas del sevillista llegó el gol del azulgrana, el que inauguraba el marcador y hacía soñar a Argentina con que la clasificación era posible.
Banega aportó desequilibrio al ataque de Argentina, pero también realizó labores defensivas cuando Nigeria comenzó a apretar en busca del empate, en el segundo tiempo, o cuando las 'Súper Águilas' rondaron el 1-2 tras el penalti.
Quizá este partido haya abierto los ojos por fin a Sampaoli. Quizá este encuentro haya servido para mostrar cuál es el camino a seguir. Para dsevelar quién era el socio de Messi que se resistiía a aparecer.
Éver Banega fue clave en la reaparición de Messi, cuando Argentina más necesitaba a su gran estrella. En los octavos se verá si la 'Albiceleste' ha aprendido la lección.