El Everton de Koeman, y con Rooney en cabeza, no tuvo casi tiempo de prepararse a celebrar. Sandro, aprovechando un error defensivo antes de llegar al primer minuto de juego, se plantó ante Soria, le regateó y puso el 1-0 en el marcador.
Con ese resultado se llegó al descanso, pese a que el Sevilla pidió un penalti sobre Escudero que no fue señalado. Pero el paso por vestuarios le sentó muy bien al cuadro de Berizzo, que se vino arriba y, por medio de un gigante Banega, logró el empate.
El argentino anotó el tanto del empate en el minuto 58 y dos minutos después, de penalti, cerró su doblete. Sólo Mirallas, también desde los once metros, pudo forzar el empate definitivo.