El Olympique de Lyon Femenino se proclamó campeón de la Champions League Femenina 2021-22. Con un 1-3 que subió al marcador en la primera mitad de la gran final europea, las francesas superaron al Barcelona Femenino y se alzaron con su octavo título de la máxima competición continental.
Pero no lo hicieron, precisamente, con la mayor deportividad del mundo, ya que desde la segunda mitad las campeonas de Europa estuvieron perdiendo tiempo de forma descarada y obligando a detener el partido a cada rato.
Tanto que la finlandesa Lina Lehtovaara, árbitra del partido, terminó añadiendo siete minutos al final, un tiempo añadido en el que el Lyon siguió arañándole minutos al reloj sin que la colegiada hiciera absolutamente nada.
Tan solo una amarilla le costó al conjunto francés estas pérdidas continuas de tiempo, cartulina que vio Macario por desplazar el balón para que el conjunto azulgrana no pudiera sacar una falta con velocidad. Una tarjeta, por cierto, que llegó después de que Ada Hegerberg hiciera exactamente lo mismo minutos antes y se quedara sin ver una amarilla que hubiera significado su expulsión.
Un golazo de Henry para abrir la lata
En cuanto a los goles, fue Amandine Henry la encargada de abrir la lata cuando solo se habían jugado seis minutos de partido. Un tremendo golazo de la jugadora del Lyon, que se sacó de la manga un zapatazo brutal con la diestra para que el esférico se colara como un misil en el fondo de la escuadra derecha de la portería de Sandra Paños.
Cuando el crono avanzaba por el 23', Hegerberg, la primera Balón de Oro Femenino de la historia, puso más tierra de por medio en el marcador con el 0-2. Totalmente sola estaba la noruega dentro del área pequeña para cabecear a placer, sin que ni Irene Paredes ni Mapi León hicieran nada para evitarlo.
Demasiados errores defensivos en una primera mitad en la que se vio un Barça incómodo sobre el césped y que permitieron que el Lyon se creciera en la gran cita. El cuadro 'culé' no encontraba su juego y dejaba demasiados espacios atrás, una falta de brillo que terminó pagando demasiado caro con el tercer tanto rival.
El 0-3 llegó en el minuto 33, un tanto que sentó como un jarro de agua fría a las 'culés', impotentes sobre el terreno de juego del Juventus Stadium. En dos tiempos terminó metiendo Macario el balón dentro de la portería de Paños, que no pudo hacer nada ante la poca contundencia de la defensa azulgrana a la hora de despejar el balón, algo que aprovechó el conjunto francés para poner el tercero en el marcador.
El gol del honor, de Alexia 'la Reina' Putellas
Cuando le restaban cuatro minutos a la primera mitad, apareció ella, la Reina del mundo, Alexia Putellas, para anotar el gol del honor del Barça. Un tanto con el que recortó distancias en el marcador, pero que no cambiaría nada el desenlace final del partido. Le pegó de primeras la actual Balón de Oro dentro del área con la pierna derecha al esférico tras un preciso centro de Graham Hansen, para superar a Endler y firmar el definitivo 1-3.
En el ecuador del encuentro, Jonatan Giráldez decidió sentar a Jenni Hermoso y darle entrada a Asisat Oshoala en su lugar. La delantera nigeriana tuvo varias ocasiones en sus botas, pero el balón se negó a volver a entrar en la portería gala.
Con el tanto de la capitana, que le devolvió la esperanza a su equipo, en el inicio de la segunda mitad se vio a un Barcelona completamente diferente sobre el césped, un conjunto catalán con las ilusiones renovadas que por momento llegó a dominar el balón en los primeros minutos del segundo asalto, pero, pese a la gran cantidad de ocasiones de las azulgranas, el luminoso nunca más volvió a moverse.
A puntito estuvo de hacerlo en el 58' Patri Guijarro, que vio a Endler adelantada y no se lo pensó dos veces a la hora de pegarle al esférico desde su casa. Aunque retrocedió con velocidad la guardameta chilena, no cazó el balón, que terminó estrellándose en el larguero.
Conforme avanzaba la final, Crnogorcevic, Lieke Martens y Claudia Pina entraron al partido para intentar darle caza a una remontada que nunca llegó, una ilusión que el Barcelona Femenino no pudo hacer realidad, para terminar devolviéndole la corona de Champions al rey de Europa.