El jugador estuvo la temporada pasada cedido en el Parma y ya está de vuelta en casa. Hizo lo que tenía que hacer: acumuló galones y experiencia, y ahora es una pieza de más importancia en su escuadra. Tiene tan solo 20 años y pudo marcar su primer tanto en el club.
Lo hizo en la segunda mitad del duelo contra el Lecce. Los visitantes estaban siendo los dominadores del encuentro y los que más peligro estaban llevando a los alrededores del área rival. El técnico decidió hacer una sustitución inesperada y le salió de perlas.
Sacó a Godín del campo para meter a Bastoni y el chico, a los tres minutos de ingresar, mandó al fondo de las mallas un centro lateral con un imponente cabezazo. Saltó más que nadie y su giro de cuello fue vital para que al meta no le diera tiempo a reaccionar.
Para su desgracia, poco tardaron los locales en amargarle, pues, unas jugadas más tarde, volvieron a poner la igualada en el electrónico. En todo caso, la diana del italiano sirvió para darle todavía mejores sensaciones en esta nueva etapa en la que parece que se quedará en Milán.