El tarareo es casi inevitable. Guess who's back... Back again... Jude Bellingham volvió a marcar con el Real Madrid en la victoria contra el Cádiz de este domingo en la Liga. El inglés estuvo un par de semanas fuera de juego por una lesión en el hombro de la que ya parece recuperado. Anotó como invitado de lujo en una exhibición de Rodrygo Goes y ayudó así a los suyos a recuperar el liderato provisionalmente a la espera del partido del Girona contra el Athletic de esta noche.
El ex del Borussia Dortmund tan solo se ha quedado con las ganas de batir al portero rival, esta temporada, en 4 de 17 ocasiones. Se fue de vacío en el triunfo frente a la Real Sociedad de la jornada 4, en la derrota contra el Atlético de la 6, en el empate ante el Sevilla de la 10 y en las tablas con el Rayo Vallecano de la 12. Justamente en este último derbi de la capital fue donde se magulló y se vio obligado a poner una coma en su prolífica campaña.
Siempre que ha marcado, el conjunto de Carlo Ancelotti ha ganado. Su figura va más allá de la de una garantía de buenas noticias o la de un artillero al uso porque ha sido capaz precisamente de emanar ambas personalidades. Las quejas por el no fichaje de un delantero centro referencia han llegado incluso a disiparse por su capacidad para llegar con calidad de 'killer' e incluso de situarse en punta cuando su entrenador se lo ha pedido.
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En Cádiz, se hizo a un lado en el área para recibir la pelota de Rodrygo y, con la zurda, su pierna mala, cruzó el cuero para canjear la sentencia. Ya venía siendo una pieza importante en la visita de la expedición del Real Madrid a Andalucía, pero, con este gol, da continuidad a un tino ante las redes que, salvo que ocurra una catástrofe, será, con las cifras por delante, el mejor de su carrera. Ya lleva las mismas dianas que en su curso más dotado, el pasado, en el que firmó 14 con el Borussia Dortmund.
En materia de asistencias, curiosamente, se está aplicando menos, con tan solo 3. Su tope está en las 14 que obró en la 21-22 en la Bundesliga, pero, este año, está asumiendo un rol más ofensivo que el de algunos de sus compañeros también duchos en la asociación con el resto de camisetas blancas. Con Luka Modric o Toni Kroos a su espalda, no es necesario que sea tan constructivo para los suyos como destructivo para el rival.
Que Bellingham esté en forma es la manera ideal de afrontar la recta final de la fase de grupos de la Champions League, en la que al Santiago Bernabéu le bastará con un empate ante el Nápoles para cuajar su primera plaza -el pase a las eliminatorias ya está picado-. Solo quedaría entonces una plácida visita al Union Berlin el 12 de diciembre antes del sorteo de octavos de final, que será el lunes 18 y, si todo sonríe a Concha Espina, con un pleno europeo y su estrella en alza.