119 años dan para mucho. Y aunque al Barcelona le costó arrancar, ha terminado por convertirse en uno de los clubes más poderosos del mundo. Para pasar de ser un equipo que peleaba por finales europeas y ganaba algún título en España al transatlántico que es en este 2018, el Barcelona ha llevado a cabo varias metamorfosis.
El primer gran cambio llegó con la llegada de Cruyff como jugador. El holandés puso al Barcelona en el mapa y, si bien no ayudó a conquistar la primera Copa de Europa, sí que sentó las bases para lo que vendría después.
El Barcelona comenzó a ser importante en la Liga Española entonces. Un 0-5 al Real Madrid puso a los 'culés' en boca de todos en una etapa del siglo XX en la que era complicado que salieran muchas noticias del país al exterior.
Más adelante, ficharon por el conjunto 'culé' Schuster y Maradona y el Barcelona empezó a ser tenido en cuenta por todos, a pesar de que los azulgranas perdieron de manera trágica la final de la Copa de Europa ante el Steaua de Bucarest en Sevilla.
Siempre Cruyff
Tras unos años de vagar por el desierto, tuvo que ser de nuevo Cruyff el que diera otro aire al Barcelona. Esta vez como técnico, el legendario holandés, probablemente la figura más importante de toda la historia del Barcelona al margen de Gamper, llegó y construyó un equipo que divirtió y ganó todo en España, además de recuperar su prestigio europeo con un triunfo y una final en la extinta Recopa.
Pero faltaba la dichosa Copa de Europa. Y llegó de la mano del holandés, en Wembley, en el año 1992. Fue el punto culminante de un equipo que vivió otra catarsis y no reaccionaría hasta bien entrado el siglo XXI, ya con Frank Rijkaard -avalado por Cruyff- en el banquillo.
Con Ronaldinho, Eto'o, Xavi, Puyol y compañía y el crecimiento de Messi e Iniesta, el Barça empezó a creerse que podía ser un gigante del fútbol mundial. La llegada de Guardiola, poco después, lo hizo posible.
El de Santpedor también contó con el beneplácito de Cruyff. E incluso se apoyó en él al principio. Pero construyó después, con sus propias armas, el mejor equipo de la historia. Un conjunto que ganó todos los títulos posibles un año y se quedó a sólo una Copa del Rey de repetir la hazaña apenas dos años después.
Para entonces, el Barça ya era leyenda del fútbol. Y Vilanova, Luis Enrique o Valverde continuaron con el legado en un equipo que cumple 119 años con una salud de hierro y una figura indiscutible en el terreno de juego. Un Leo Messi que pasó de ser ejemplo de la cantera a estrella del primer equipo y, finalmente, a estar entre los grandes de la historia de este deporte. Precisamente como su club. ¡Felicidades, Barça!
29 de noviembre de 2018