Había mucho por decidir en la última jornada de la Bundesliga. En Frankfurt, por ejemplo, el Eintracht se jugaba mantener una 6ª posición que puede tener premio gordo. En caso de que el Borussia Dortmund gane la Champions League, los del Deutsche Bank Park se clasificarán para la máxima competición continental. Y si no, al menos, disputarán la Europa League.
Pero lo deportivo quedó en un segundo plano cuando, en el segundo tiempo, el partido tuvo que ser detenido. Las bengalas que empezaron a prenderse en el sector visitante generó un espeso humo rojo que hizo saltar las alarmas de incendio, con su consiguiente sistema de agua. Esto, a su vez, desencandenó en la desconexión del videomarcador en forma de cubo que está situado en la parte alta del estadio.
Para que este se reiniciarse, tuvo que descender hasta casi la altura del césped, mientras los jugadores calentaban y daban toques para no perder el ritmo. Una vez que se reanudó el choque, los locales no pudieron sacar más tajada del parón, ya que, en la jugada siguiente, marcaron un 1-2 que, al final, acabó en un empate que les permitió quedarse con esa 6ª plaza.