Primera salida del Betis superada con nota en esta Europa League. No fue el partido alocado del Villamarín ante el Celtic, pero tampoco un camino de rosas. Hizo méritos el equipo de Pellegrini para ganar, y lo acabó logrando con la pizca de suerte que a veces hacer falta.
El Ferencvaros, que perdió en la primera jornada ante el Bayer Leverkusen, tenía que empezar a sumar para no complicar sus opciones en esta fase de grupos. Su actitud en los minutos iniciales fue toda una declaración de intenciones.
Presionaban bien los húngaros y jugaban directo, sin especulación. El Betis aguantó sus primeros envites y no tardó en hacerse con la posesión del balón. Eso obligó al Ferencvaros a pasar a jugar a la contra.
Sin embargo, la presión de los magiares no era suficiente para incomodar al Betis, que podía avanzar hasta campo contrario sin excesiva oposición. Ahora bien, una vez en la mitad de cancha del rival las cosas cambiaban.
El Ferencvaros estaba bien replegado y apenas dejaba huecos al Betis, hasta que un error propició el 0-1 en el minuto 17. Robó el conjunto sevillano en la medular, Guardado conectó con Rodri en la banda y este vio bien la llegada de Fekir.
El pase para el francés, raso, llegó a su destino y este se zafó de la presión de los dos defensores que tenía colgados de los hombros con un sutil toque al balón. Y, de primeras, y con la diestra, su pierna menos buena, empalmó una media volea imparable para Dibusz.
El tanto descolocó al Ferencvaros, y el Betis se fue arriba en busca del segundo tanto. Tardó en reubicarse el conjunto húngaro, y cuando lo hizo, hacia la media hora de partido, empezó a llegar con cierto peligro al área de Rui Silva.
El Betis, que sentía tener controlado el partido, empezó a ver cómo se le torcía. Primero, con la amarilla a Paul, innecesaria, tras una pérdida que parecía haber recuperado fácil y que acabó llevándole a hacer una falta exagerada.
Y justo después, al filo del descanso, con la absurda pérdida de Pezzella al tratar de darse la vuelta ante la presión de Uzuni cerca de su propia área. El delantero albanés robó, se plantó ante Rui Silva y le batió con un disparo perfecto, a colocar, imposible para el portero luso.
El Betis, que no había apenas concedido una a su rival, se fue al descanso por con tablas en el marcador. Fue un tremendo revés, y a punto estuvo de ser peor en la reanudación.
Lo de Pellegrini no salieron del todo entonados, y sí su rival, motivado por el empate. Metió una marcha más al partido el Ferencvaros e hizo méritos para anotar un segundo gol.
Estaba el Betis desbordado, y el 'Ingeniero' se vio obligado a mover ficha a la hora de partido, antes de que este se le fuera del todo de su control. Triple cambio, lavado de cara al once y a seguir jugando.
Y la cosa cambió. Volvió el Betis a tener el balón y a darle pausa al juego, para desesperación de su rival, que sentía que su momento había pasado.
Sin embargo, el punto muerto que ya se vivió a mediados de la primera parte se volvió a hacer presente. El Betis no estaba haciendo, o no le dejaban hacer, nada para romper el empate, y el Ferencvaros volvía a confiar su suerte a un error clamoroso.
Por momentos el partido amenazaba con romperse, pero siempre que se sucedían un par de llegadas alternas a las áreas, los verdiblancos, hoy otra vez de azul, volvían a parar el frenético ritmo.
Entonces, en el 76', en un córner a favor del Betis, el Ferencvaros se disparó en el pie. Fekir lo botó, Pezzella fue a rematarlo para redimirse, pero Wingo se lo metió en su propia portería. Más pendiente de su rival que del balón, cuando Blazic rozó la pelota este no la vio venir y la remató con el hombro hacia su propia portería, batiendo, sin pretenderlo, a Dibusz.
Aquello noqueó al Ferencvaros, que solo volvió a su ser cuando el partido agonizaba. Los últimos minutos fueron de los verdiblancos húngaros, pero el Betis no solo no sufrió ni sintió que peligrase la victoria, sino que la afianzó.
Descolocado el Ferencvaros por su vocación ofensiva, un saque de banda se convirtió en la jugada del 1-3, finalizada por Tello con una excelente definición, como la de Uzuni pero por abajo.
Victoria del Real Betis, que permite a los sevillanos ponerse colíderes del grupo, aunque en segundo puesto por tener peor golaveraje que el Bayer Leverkusen, que le ha endosado un crítico 0-4 al Celtic, que hunde a los escoceses en la cuarta posición. Sin puntos también, pero con mejor diferencia de goles, el Ferencvaros es tercero.