Borja Iglesias, desde los once metros, puede haber mandado a Quique Sánchez Flores a la cola del paro. El Betis se hizo con los tres puntos tras una mano en los últimos minutos y condenó al Getafe a vivir con sufrimiento.
El frío que hizo en el Coliseum durante la noche de este sábado pareció congelar las ideas de un Getafe que se confirmó con el empate, pero que acabó por claudicar tras el penalti de Domingos Duarte.
Mereció los tres puntos un Betis que, pese a la superioridad, tuvo pocas ocasiones claras de gol. Ni siquiera la entrada de Fekir y de Juanmi en la segunda parte pareció despertar a un gigante dormido.
Recupera sensaciones el Betis antes de una semana importante. Con Barcelona y Celta en el horizonte, necesitaba no solo ganar, sino realizar un buen juego para acallar las primeras críticas de la temporada, y lo consiguió en los últimos minutos.
Dominó el cuadro verdiblanco. Se sintió superior ante un Getafe que le dio la pelota para intentar correr, pero que no terminó de encontrar a la dupla Ünal-Mayoral. Si el balón no llega al turco, las opciones azulonas se recrudecen aún más.
Después de una primera parte con pocas ocasiones, se desplegó el Betis en el último tramo del partido. Una vez calentó Fekir en el choque, el balón sí llegó a las inmediaciones de David Soria.
Un lejano disparo de Guido Rodríguez, parado por el portero del Getafe, y un lanzamiento alto de Sabaly fueron el preludio de la jugada que terminó por decidir el partido.
Domingos Duarte, sin querer, dio con el codo al balón en la línea del área. Cuadra Fernández lo vio, lo consideró punible y Borja Iglesias, desde los once metros, llevó la tranquilidad a Heliópolis tras unas semanas convulsas.
El Betis vuelve a posiciones europeas, recupera terreno antes de jugar contra el Barcelona y mira de nuevo a la Champions, el objetivo con el que se quiere coronar Pellegrini.