Media hora. Eso fue lo que necesitó el estadounidense para sumar su primer gol en su octavo partido en la Major League Soccer. Vancouver Whitecaps fue su víctima, un equipo que siempre tendrá un recuerdo especial para él.
Con esto de los nervios y como suele suceder en las primeras veces, el gol no será recordado por lo bonito. De hecho, el balón entró llorando en la portería tras recibir un pase de la muerte que le dejaba con todo para romper de alegría.
Pero eso es lo menos. Busio, que alterna el primer equipo con el filial (Swope Park Rangers), marcó el 1-3 en el 94' (aún marcó su equipo un cuarto tanto en el 97') y lo celebró por todo lo alto con sus compañeros. Hasta el banquillo llegaron, donde todos esperaban para felicitar a uno de los chicos más felices del mundo en esos momentos.
18 de octubre de 2018