El Barcelona volvió a la vida en Old Trafford tras una semana para olvidar. El conjunto azulgrana se vio renovado con un Sergio Busquets que dominó la medular con una maestría al alcance de muy pocos.
Pese al golpe que sufrió en la rodilla durante la primera mitad, el de Badía cuajó un partido sensacional en términos defensivos y de organización. Todo en el Barça pasaba por los pies del catalán.
El centrocampista no falló ninguno de los 67 pases que intentó durante el partido. Además, mientras Messi ponía los goles y el juego atractivo, Busquets cubría las espaldas de Arthur y Rakitic y desbarataba los contragolpes de los 'spurs'.
Si el argentino es la luz en el ataque del Barcelona, el catalán acapara todo lo demás. Cuando no está fino el equipo lo nota, pero su claridad en Wembley ante el Tottenham iluminó todo el estadio.