El partido estaba siendo igualadísimo, pero el Borussia lo desniveló al poco de comenzar la segunda mitad. Aceleró y propinó la primera estocada al RB Leipzig.
Rompió el partido el Borussia con su sello de calidad, con su arma habitual, la verticalidad. La velocidad endiablada de sus jugadores de ataque.
La jugada comenzó en la línea divisoria, en un balón que Erling Haaland logró sacar a la contra con no pocos apuros. No cabalgó solo, pues con él estaban Marco Reus y Jadon Sancho.
Cuando el noruego alcanzó el lateral del área levantó la cabeza. Y vio a su capitán. Para él fue el balón, pero este prefirió asistir a Sancho, a quien vio llegar con el ojo que debe tener en la nuca, presumimos.
Bello pase de tacón y el joven extremo inglés se encontró con todo a favor para romper el 0-0. Y vaya si lo hizo. Con calma y templanza, disparó ajustado al palo corto, imposible para un Gulacsi a quien no le quedaba otra que aferrarse a un milagro que no ocurrió.
January 9, 2021