Jornada donde las rotaciones fueron inevitables para Real Madrid, Atlético y Barcelona. Xavi revolucionó su once inicial ante el Cádiz, pero pese a jugar con la unidad 'B', otra revolución salió a la luz y pidió a gritos ser del 'A' en esta recta final. Naturalmente, hablamos de Joao Félix, líder absoluto de la delantera azulgrana y que fue el encargado de anotar el único tanto del partido frente al cuadro de la Tacita de Plata.
El examen para los menos habituales en el conjunto azulgrana comenzó con el pitido inicial del colegiado, pero la premisa fue la misma. Muy pronto, los pupilos de Xavi Hernández, hoy en la grada al estar sancionado, se hicieron con la posesión del esférico y trataron de pisar el área contraria.
Sin embargo, pese a llegar a la zona de peligro con facilidad, la falta de ideas fue notable en el último tercio del campo. Además, el Cádiz salió sin complejos y los de Mauricio Pellegrino fueron muy valientes en los primeros compases del partido. El contragolpe fue su principal arma para tratar de desarbolar una organizada y atenta zaga 'culé'.
En el ecuador de la primera mitad, el conjunto local tuvo la más clara. Robert Navarro caracoleó a todo el mundo que salió a su paso y la pelota le quedó franca a Javi Hernández. Este probó fortuna con su disparo escorado y obligó a intervenir a Ter Stegen, que despejó el peligro con mucha solvencia.
El Barcelona siguió acechando las inmediaciones de la portería defendida por Conan Ledesma, pero sus llegadas apenas infligieron peligro sobre el arco del argentino. Fue en una de esas jugadas inesperadas en las que el conjunto azulgrana sacó partido.
Saque de esquina y mal despeje de Álex que va directa al segundo palo. Joao Félix se gana la posición entre dos jugadores, se tira de forma acrobática y marca un auténtico golazo de chilena con la espinilla de su pierna derecha.
El duelo fue cogiendo temperatura y se dieron varias acciones de pique y disputa sobre el césped. Antes del descanso, el Barça pudo poner el 0-2 en el marcador, pero Víctor Chust sacó sobre la misma línea de gol un remate a bocajarro de Fermín. Con esta jugada se llegó al final de los primeros 45 minutos. Una primera mitad en la que se fue de menos a más y que dejó a los visitantes con una ligera ventaja. La unidad B, de momento, estaba dando resultado en el Nuevo Mirandilla.
El segundo arrancó con un Cádiz que quiso desplegar su genio y orgullo. Salió con energía e intensidad en los primeros compases del segundo tiempo, pero eso no le garantizó el empate. Eso sí, tuvo tiempo de dar el susto en el 54', cuando Juanmi igualó la contienda tras un pase al segundo palo, pero el todavía futbolista del Betis estaba adelantado y Pulido Santana confirmó el fuera de juego.
La realidad es que, pese a los minutos de empuje del Cádiz, el Barça apenas estaba sufriendo. No obstante, la imagen que se estaba dando no le gustaba a Xavi, que comenzó a mover el banquillo. Tan solo Joao Félix, que estaba siendo el mejor de los azulgranas sobre el campo, siguió llevando el peligro a la meta contraria.
Así pues, en el minuto 61, fue el luso el que gozó de una nueva oportunidad. La puso templada Ferran desde la derecha, se anticipó el portugués a su marca y su remate estuvo a punto de ir dentro.
El encuentro fue entrando en su recta final y el Barcelona no terminó de matar el partido. Algo que le pudo acabar saliendo caro, ya que el Cádiz no se rindió. En el 79, Ter Stegen voló para despejar un trallazo de Samassékou que hubiese supuesto el 1-1 de acabar el esférico en el fondo de la red.
Pese a la insistencia del Cádiz, al Barça le acompañó la falta de pegada de los andaluces, algo que resultó crucial para que el marcador no se moviese más. Pulido Santana puso fin al tiempo reglamentario y los de Xavi Hernández sumaron unos tres puntos importantes para distanciarse del Girona en un choque que pudo ser catalogado como trampa, pero que salió a la perfección. Ahora es el turno del PSG y de soñar con una clasificación para las semifinales.