Pero ahí no acaba todo. Lo interesante vendrá después de esas tres semanas interminables, al regreso del siguiente parón. Y es que el 21 de noviembre tendrá lugar el primer Clásico de la temporada entre el Real Madrid y el Barcelona.
El conjunto merengue está obligado a ganar de forma convincente esos seis partidos, aunque el técnico blanco ya sabe que no podrá contar con uno de sus mejores hombres en el ataque por lesión: Benzema.
El examen comienza el próximo 17 de octubre en el Bernabéu ante el Levante, en un partido que no parece representar muchos problemas para los madridistas.
Benítez diseñará ese partido pensando en el importante encuentro de Champions, que tendrá lugar el 21 de octubre frente al PSG, aunque sin perder de vista el partido en Balaídos frente al Celta, el mismo equipo que derrotó al Barça, cuatro días después.
Esa seguidilla de encuentros se relajará tras el partido con el Celta, puesto que hasta el que se disputará contra Las Palmas en el Bernabéu pasará una semana (31 de octubre).
El problema es que tres días después volverá a jugar en Champions frente al PSG y, sin tiempo para recuperarse, le tocará visitar al Sevilla en el Sánchez Pizjuán el 8 de noviembre.
Un duro examen para el Real Madrid que desea afrontar con nota positiva todos los encuentros que tiene por delante, demostrando por qué es uno de los mejores equipos del mundo.