El Espanyol apostó por Calero, de 24 años. Quería tener un central de futuro, y él fue el elegido. Sus actuaciones fueron fundamentales en la permanencia en Primera del Real Valladolid, y el conjunto 'perico' pagó gustoso los ocho millones que acabó pidiendo el Pucela.
Pero, hasta la fecha, ni rastro del jugador que se fichó. Calero ha sido irregular (como en no pocos partidos con el Valladolid), demostrando grandes dificultades a la adaptación a su nuevo equipo.
Fernando Calero ha disputado, hasta el parón de octubre, diez encuentros con el Espanyol, habiendo sido titular en nueve de ellos. Y ha rendido en consecuencia a su equipo.
Es decir, los partidos buenos de Calero han sido en los que el Espanyol ha salido airoso, y cuando su equipo ha naufragado, ahí ha estado él para hundirse con el barco.
Valga como ejemplo su roja directa ante su ex equipo, un partido para olvidar del Espanyol que él completó dejando a los 'pericos' en inferioridad durante casi media hora.
Está por ver si, tras el parón, y con la marcha de Gallego y la llegada de Machín, Calero cambia y se convierte, por fin, en el central que la hinchada espanyolista lleva deseando ver desde agosto.