Eduardo Camavinga se situó en la agenda de equipos como Real Madrid y FC Barcelona, cuando, con solo 16 años, tumbó al Paris Saint-Germain de Kylian Mbappé en la segunda jornada de la Ligue 1.
El talentoso atacante francés ya hizo historia la temporada pasada, convirtiéndose en el primer futbolista nacido en 2002 en jugar en las cinco grandes Ligas de Europa. Palabras mayores.
Hace apenas unos meses, el Rennes remontó el 0-2 del PSG en la final de la Copa de Francia y acabó conquistándola en una agónica tanda de penaltis, que acabó desquiciando a Neymar.
Julien Stéphan, técnico del Rennes, espetó: "¡Es el primer trofeo desde 1971! Es la victoria de un equipo, de un grupo, de una forma de trabajar y de toda una región. Cambiará la historia del club".
"Hemos renovado a Camavinga hasta 2022. Es un símbolo. La formación es clave, una gran herramienta junto a la captación. Si tenemos niños que pueden aportar un valor añadido los utilizaremos", afirmó orgullso Olivier Letang, presidente del club desde 2017.
Jugadores de la talla de Ousmane Dembélé, Sylvain Wiltord, Yoann Gourcuff, Yann M'Vila, Moussa Sow, Yacine Brahimi, Abdoulaye Doucouré, Jimmy Briand, Stéphane Mbia, Tiémoué Bakayoko, Anthony Réveillère, Joris Gnagnon... han salido de la mina francesa.
"No hay secretos. La política es clara: surtir de jóvenes al primer equipo. Por eso en el Rennes siempre tenemos espacio para ellos. No quiero saber quién gana. Quiero ver si respetan los principios establecidos, si su actitud es buena y si juegan en las zonas correctas y de forma colectiva", sentenció el máximo dirigente.