La lección de Cantona: el día que repartió 16.000 libras a dos jovencísimos Scholes y Butt

De Eric Cantona se han dicho muchas cosas, y no siempre todas buenas, pero en su etapa como jugador del Manchester United demostró lo que significa llevar el brazalete de capitán, tanto dentro del terreno de juego como en el vestuario.

Hay que remontarse a los inicios de la década de los 90. Entonces se gestaba en la ciudad inglesa el gran Manchester United de Alex Ferguson que en el 99 se proclamó campeón de Europa.

El irlandés Keane publicó 'Roy Keane, the second half' en 2014 y relató un hecho que posteriormente rescató y tradujo Alberto Egea, analista y escritor deportivo en diversas publicaciones, como 'The Tactical Room'.

"En mis primeros años en el Manchester United había un fondo común entre los jugadores, en el que cada uno de nosotros aportaba alrededor de 800 libras [actualmente, alrededor de 925 euros] a final de temporada con el dinero obtenido gracias a las revistas de la casa o los vídeos del club. Esto era antes de que todas estas cosas fueran incorporadas en los contratos de los jugadores. Todos teníamos dinero, y 800 libras no iban a romper nada entre nosotros, así que decidimos poner todos los cheques en un sombrero y el último nombre que saliera se quedaba con todos los cheques", narra Keane.

"Todos pusimos nuestros cheques, excepto un par de los jugadores más jóvenes. Creo que fueron 'Becks' [David Beckham], Gary y Phil [Neville]. Ellos optaron por no participar. Eran nuevos en la escena y no tenían dinero para gastar, pero Paul Scholes y Nicky Butt sí optaron por poner sus cheques. El último en salir ganaría todo el dinero y sería el gran 'crack' del vestuario. Yo solía pensar en este dinero en términos de todas las pintas de cerveza que me iba a comprar con él. El apellido Cantona fue el último en salir. Acababa de ganar con eso 16.000 libras", recuerda el ex futbolista.

Con ese dinero, Cantona dio una lección al vestuario: "Llegó al día siguiente y todo eran bromas: 'Eric, qué suerte, cabr**', 'el pu** dinero llama al dinero'. Pero lo que hizo fue conseguir que alguien le cobrara los cheques, los dividió en dos y le dio el dinero a Scholes y Butt porque, según dijo Cantona, ambos habían tenido las pelotas para jugárselo aun cuando no podían realmente permitírselo. Los dos muchachos se llevaron a casa 8.000 libras cada uno. Pensé: 'lo que es un gesto'. Nadie más lo habría hecho".

 

1 de mayo de 2015

 

8 de octubre de 2014