Sergio sorprendió con un cambio bajo palos en el Wanda. Masip venía de salvar un punto tres días antes deteniendo un penalti a Iago Aspas, pero el técnico apostó por Caro. El meta pucelano pasó del cielo al infierno en cuestión de segundos.
Porque mandó a córner un latigazo lejano de Thomas Partey que se colaba. Sin embargo, tras su gran estirada, salió mal en el saque de esquina botado por Correa. Con la meta desguarecida, Vitolo cabeceó a portería.
En un principio, parecía que Kiko Olivas había sacado el esférico sobre la línea de gol. Los 'colchoneros', mientras, pedían que la había traspasado. En ausencia de la tecnología de gol, el colegiado González Fuertes recibió la indicación de su asistente de que el balón había entrado en toda su circunferencia en la portería.
Tras consulta al VAR, las imágenes permitieron ver que efectivamente el gol fantasma debía subir al marcador, como así sucedió. Un momento salvador el del canario, puesto que el 0-0 cada vez se antojaba como una opción más real.