Era difícil no pensar en la Libertadores. Era realmente complicado no caer en la tentación de cuestionar en si este partido condicionará o no a la vuelta ante Cruzeiro. Lo cierto es que River no entró bien al partido frente a Argentinos, pero despertó a tiempo para salvar una derrota.
Desaparecido. Ese es el mejor adjetivo para describir la primera mitad de River en el Diego Armando Maradona. Ante un Argentinos crecido y con las ideas muy claras, el equipo de Gallardo no hizo acto de presencia prácticamente en la primera mitad.
Algo que acabó castigando el cuadro local. Batallini cazó un balón suelto en el interior del área y, con algo de fortuna, anotó el 1-0 tras lanzar un fuerte disparo que Matías Suárez desvió con su cuerpo. Todo de cara para los de Diego Dabove.
El gol dejó en 'shock' a River, siendo únicamente Matías Suárez el único que intentaba crear peligro. Pratto, titular, se le notó con falta de ritmo. No estuvo fino, tampoco se le esperaba al 100%.
Silva pudo ampliar distancias para Argentinos en el inicio de la segunda mitad en un par de ocasiones, pero el atacante no consiguió estar acertado de cara a portería. Tampoco De la Cruz, impreciso en sus pases y disparos.
Cuando el partido parecía estar casi cerrado, Gallardo decidió meter más pólvora en ataque. Retiró a Palacios y metió a Carrascal, el joven colombiano sobre el que tantas esperanzas tiene puestas la hinchada 'millonaria'.
Y esta vez sí respondió el colombiano. Borré, que entró en la segunda parte y aportó como siempre su chispa, puso un buen centro al punto de penalti, donde llegó a rematar el propio Carrascal para lograr el 1-1.
A partir de ahí, el minuto 84, River se hizo con el dominio del partido. Protestó un posible penalti sobre Matías Suárez que no señaló el colegiado, pero no consiguió poner en aprietos a Chávez en la recta final.
Con este punto, Argentinos y River empiezan la Superliga con un empate. Y ese gol final puede dejar buen sabor de boca al equipo de Gallardo de cara a ese partido de vuelta de los octavos de Libertadores en Brasil frente a Cruzeiro. Al 'Millonario' pudo pasarle factura su subconsciente, pero finalmente evitó males mayores en su visita a La Paternal.